jueves, 2 de abril de 2009

Don't cry for me, U.S.A.

Dentro de una hora y media vendrá a recogerme el taxi. Iremos al aeropuerto y, si todo se da bien, salgo para Europa a las 17.30 horas. Tengo que hacer escala en Londres pero será breve. El plan de viaje prevé que mañana, a eso de las 12 de la mañana, ya estaré de vuelta en España. 
Ahora mismo, no se me ocurre nada que decir. Podría evaluar el viaje, podría hablar de mis sensaciones, de mis avances... podría colgar fotos, relatar vivencias o agradecer muchas cosas... pero me preocupa más saber si me van a clavar por exceso de equipaje. Je je!
En cualquier caso, igual que comencé un post en España para empezar el viaje, cierro aqui mis relatos. Podrái escribir el post de despedida desde España, diceindo que todo ha salido bien; pero dejo que eso lo comprobéis vosotros en vivo. Además, así le damos más intriga a la historia...
Respecto al futuro del blog, supongo que lo cerraré en un tiempo (no creo que tarde mucho). Lo abrí para relatar mis vivencias aquí y ya se ha cumplido mi estancia en USA, así que no creo que siga escribiendo (un blog desde Alicante no tiene tanto interés, je je). Otra posibilidad es que lo deje abierto y, aunque no lo continúe, quede pululando en la web como basurilla cibernética xD
¿Alguna sugerencia?
En fin, me despido. Ha sido importante saber que leíais el blog. Con vuestros comentarios y eso, me encontraba menos solo. 
Un beso a todos y gracias por haberme acompañado en este viaje.

lunes, 30 de marzo de 2009

San Francisco

Como mis fans me pide que actualice, voy a hablar hoy de mi último viaje en Estados Unidos, que fue hacia principios del mes de marzo a la ciudad de San Francisco.

Para empezar a hablar de la ciudad, me referiré primero a mis sensaciones allí. Y es que, mientras Rodrigo y yo caminábamos por San Franscico, coincidíamos en afirmar que aquella ciudad era “una bacalá infame” porque a ambos nos resultó bastante decepcionante al principio (no hay indicaciones en los parques, no hay quioscos, no es una ciudad pensada para el visitante... en definitiva, que hay desinformación turística). Sin embargo, ahora pienso en San Francisco y no me parece una ciudad tan fea. No sé si es porque han pasado dos semanas o porque ahora pienso en San Francisco estando en Orlando, pero lo cierto es que  podríamos decir que San Francisco es una ciudad “bonita”, aunque más por curiosa que por bella.

Lo más sorprendente de San Francisco son sus calles que, además de ser empinadas, están llenas de personajes. Y hablo de personajes, en el amplio sentido de la palabra. A modo de ejemplo, se me vienen a la mente un chino que tocaba cuencos de cerámica como si fuese un instrumento musical, un negro que nos pidió dinero para viajar en tren varios kilómetros hasta poder ver a su madre enferma, o un saxofonista que le dedicó My Girl a una mujer de treinta y pocos años, que iba acompañada de su esposo y su hijo. Eso, unido a un considerable número de tíos con pinta de enganchados que deambulan por las calles del centro, convierte a San Francisco en una ciudad donde el ratio de “personajes por metro cuadrado” es de los elevados que conozco.

Mapa de baja calidad de la ciudad de San Francisco.

Dejando de lado mis sensaciones y la flora de San Francisco, podemos hablar ahora de su fauna. En lo que se refiere a sitios turísticos, la ciudad destaca por el Golden Gate, que es ese famoso puente rojo que muchos habréis visto en la tele (creo que es el usa Mapfre en sus anuncios). Como “veréis” en el mapa de arriba (la calidad no es muy buena), el Golden Gate está al Norte de la ciudad y viene a ser la entrada a la bahía de San Francisco (que es el mar que queda a la derecha). De hecho, lo de Gate (puerta) viene de ahí. El  calificativo de Golden deriva de la época en que surgió la fiebre del oro, durante la que muchos exploradores asediaron la ciudad tras búsqueda del preciado metal. Por eso, al puente se le llamó Golden Gate, como queriendo significar “Puerta del oro”, o "Puerta hacia el oro". 

Hoy en día, el puente puede cruzarse andando o en coche. Aunque para el peatón, es un infierno la entrada al puente (no hay ni una puñetera indicación en varios metros a la redonda), nosotros logramos atravesar un trozo de campo y nos colamos para cruzar el puente en medio de una niebla inmensa. Fue divertido y mereció la pena. Las sensaciones son únicas y creo que es casi mejor que atrevesar el Puente de Brooklyn.


Golden Gate. Uno de los puentes más famosos del mundo

Por cierto, si os fijáis bien en el mapa veréis que una vez que nos adentramos por mar hacia la bahía de San Francisco, nos encontramos es una isla que probablemente os suene de las películas. La gente del lugar, la conoce como “la Roca”, pero fuera de EE.UU. la isla es más conocida como “Alcatraz” (en el mapa, pone "Alcatraz Island").

En Alcatraz tenían que meter a más de uno.

En sus inicios, Alcatraz fue un lugar destinado al ejército, aunque su historia más famosa es como cárcel. En Alcatraz, cumplieron condena ilustres personajes del crimen como “el hombre pájaro”, o Al Capone, que ingresó allí en 1924 por evasión de impuestos.  La cárcel está la Isla de Alcatraz, donde también hay barracones y casas de las familias de los policías que vivieron allí durante la época en que aquello fue una cárcel. La isla está rodeada por las frías aguas del Pacífico, así que la cárcel se ganó pronto la fama de inexpugnable, si bien fue cerrada después de que en 1962 hubiese una fuga de tres presos (como curiosidad diré que estos presos nunca han sido encontrados pero se cree que murieron congelados, al intentar cruzar el mar a nado. En cualquier caso, sigue pesando sobre ellos la orden de busca y captura. Los americanos son así). 

Por si lo queréis saber, la cárcel es hoy en día un parque nacional y se puede visitar. Hay un ferry que sale desde el puerto de San Francisco varias veces al día para llevar a la gente hasta la Isla, aunque es difícil pillar tickets en el día y normalmente tienes que ir el día antes a comprar las entradas. Ir en barco desde San Francisco a Alcatras suele ser cuestión de 15 minutos y creo que sale por unos 40$. Una vez en Alcatraz, te cuentan la historia del lugar (que también fue ocupado por los nativos americanos para reclamar sus derechos) y te dan un audio-tour para que lo escuches mientras paseas por las celdas y los pabellones. El lugar, impresiona y creo que es de lo más interesante que tiene San Francisco.


Aquí debería celebrarse el Tour.

Otras cosas que pueden verse en la ciudad son los famosos tranvías, que aún hoy están en funcionamiento. De hecho, son muy útiles para subir las empinadas colinas del Nob Hill, que es la zona más "rica" de la ciudad y en la que se encuentran la mayoría de los hoteles de San Francisco. Si queréis perder peso, os recomiendo ir a San Franscico y andar por las calles. Al segundo día, querréis morir. Y sé de lo que hablo. Nosotros fuimos a cenar una noche dos calles más abajo de donde estaba nuestro hotel y a la vuelta casi se me sale el corazón del pecho. Entonces, comprendí porqué vendían en el hotel una especie de aerosol que era en realidad una botella de oxígeno. Si no es porque costaba 40$, me lo hubiese comprado.


Típico tranvía de la ciudad.

Y aunque podría seguir hablando, tampoco quiero alargar mucho el post. También es bonito el Jardín del Té Japonés, y es curioso visitar China Town, que es el segundo lugar con más chinos en el mundo (después de China, of course). La zona de Castro (barrio gay), la panadería del puerto o el Muelle 39 (donde descansan los leones marinos) son otros de los lugares interesantes que ofrece la ciudad. Sin embargo, creo que San Francisco no es una ciudad para ver si vienes desde España. 

Es decir, que no debes hacer el vuelo exclusivamente para ver San Francisco porque probablemente te vuelvas decepcionado. En mi opinión, San Francisco es un gran complemento a un paquete turístico de diez días: ver Las vegas, el Gran Cañón, San Francisco, Los Ángeles… combinar varias de estas ciudades debe resultar interesante y recomendable porque después de 3 días en San Francisco crees que ya no hay mucho más que ver.


miércoles, 25 de marzo de 2009

Having fun (part II)

Hablé en un post anterio sobre lo divertido que es Universal Studios y sobre las posibilidades que ofrece Sea World, dejando abierta la posibilidad de un segundo post en el que hablaría de lo más famoso de esta ciudad. Sí, amigos sí. Hablo de Walt Disney World. Ese parque temático que vuelve locos a los pequeños. La razón por la que muchas personas vienen a Orlando. ¡La cuna de la diversión animada! ¡Wow! Para comenzar, diré que Walt Disney tiene en total cuatro parques temáticos, a saber: Magic Kingdom, Epcot, Hollywood Studios y Animal Kingdom. Cada uno de estos parques es independiente y, aunque todos están en un mismo “recinto”, la distancia entre ellos es enorme, de modo que si quieres cambiar de parque debes coger un monorail que tarda en ir de parque  a parque alrededor de 20 minutos. Esta tardanza, lejos de ser ineficiente, es totalmente intencionada ya que Disney World está montado para que veas un parque por día: es decir, para verlo “todo” y “bien” debes estar al menos cuatro días gastando dinerito en el Universo Mickey. Por eso, la entrada más simple que puedes comprar es válida para un día y un parque. Y si quieres cambiar de parque y ver dos en un mismo día, debes pagar 30$ más sobre el precio base así que ver dos parques en un día sale por unos 115$. Es caro, lo sé. O al menos a mí me lo parece.

Yo de los cuatro parques he visto dos. El día que vinieron mis padres, escogimos Magic Kingdom porque es el Disney más clásico y famoso: allí van cada año más de 16 millones de personas a ver el castillo de Cenicienta (típico en las fotos) y disfrutar del Disney más clásico. El problema del parque es precisamente ese: que al ser el más clásico es también el más infantil, y exceptuando un par de atracciones interesantes, todo es demasiado “para niños”. Y con esto me refiero a atracciones como las tazas locas, los caballitos que suben y bajan y paseos en barquito o tren. Nada de adrenalina. Sólo belleza animada. Cabalgata a las 3 de la tarde y fuegos artificiales a las 7. Mucho gasto en globos, fotos con personajes de Disney y para casa. Eso hace que te sientas un poco de lugar. Es como si supieses que allí no pintas nada sin tus hijos bajo el brazo. Una sensación extraña, la verdad.

Mickey y Minnie se hacen compañía en un jardín, delante del castillo.

Epcot tampoco es más trepidante que digamos, pero al menos es más “de adultos”. Fui a ver este parque con Vivi, aunque lo dejamos a medias porque también estuvimos en Magic Kimdong. En Epcot lo más llamativo es una super bola gigante (que hace las veces de castillo) y es un parque donde hay, más que nada, cosas relacionadas con la tecnología y exposiciones de países (es como una especie de EXPO pero en realidad nosotros esto lo sabemos por referencias porque sólo vimos el parque a medias). De entre las atracciones en Epcot recuerdo una sala con proyección en 3D, en la que debías montar una casa “anti-huracanes”. Luego, se simulaba un huracán y te derruía la casa o no, en función del tipo de tejado, ventanas, puertas, árboles… que había elegido. Algo didáctico. También había una atracción sobre coches en la que te subías a uno y cogías bastante velocidad. Trataban de emular el tipo de tests que deben pasar los vehículos antes de salir a la calle: frenadas bruscas, resistencia a temperaturas elevadas, ...

La bola de Epcot y la bandera EE.UU. ¡Ole las bolas de los americanos!

Del resto de parques, no los he visto nada aunque por lo visto están bastante bien. Demasiado dinero y poco tiempo para verlo todo. Porque, Disney, además de tener cuatro parques “de atracciones”, también tiene 2 parques acuáticos y una zona conocida como Downtown Disney, con tiendas, restaurantes y lugares de entretenimiento como El Circo del Sol, que está allí de forma permanente aunque cambian los espectáculos con cierta asiduidad. En fin, que como veréis, ¡Disney es bastante distinto a lo que puede parecer a priori!


jueves, 19 de marzo de 2009

The dictator game

El juego del dictador suele usarse en economía para estudiar las preferencias de las personas por el altruismo. En este juego hay dos agentes. Uno se llama dictador y debe decidir cómo reparte una cierta cantidad de dinero. El otro agente se llama recipiente y tiene que aceptar cualquier cantidad que el dictador le entregue. Es decir, un claro ejemplo del juego del dictador vendría dado por la situación: Imagina que 10 euros para repartirlos entre tú y otra persona. ¿Cómo los dividirías?

La solución que predice Nash (el de la peli de “Una mente maravillosa”) es clara: el dictador debe quedarse todo el dinero para sí mismo. ¿Por qué? Pues porque la gente, según supone la economía clásica, es racional y por tanto egoísta. Dicho de otro modo, tiene utilidad o felicidad por el dinero que gana y cuanto más dinero tenga mejor. Por tanto, ¿por qué tendría el dictador que dar dinero al recipiente? ¿Es que la gente es irracional?

Existe una corriente de pensamiento que defiende que los individuos, lejos de ser irracionales, poseen “preferencias sociales” así que no sólo se preocupan por sí mismos: también les importan los demás. Así, según esta corriente de pensamiento, los dictadores tratan de ser justos y, en lugar de egoístas, comparten el dinero (de media, la gente suele transferir un 20% del total, con independencia de la cultura, aunque las mujeres suelen dar más dinero que los hombres).

Este tema de las preferencias sociales claramente demuestra que a la gente le importan los demás pero Cherry (junto a otros autores en el 2000), hizo el experimento del dictador cambiando una cosa: en lugar de darle el dinero al dictador para que éste lo repartiera, puso a trabajar al dictador y luego le pagó por su trabajo. Entonces, le pregunto cómo pensaba dividir ese dinero con el recipiente. El 95% de las personas se quedo con todo. ¿Dónde están entonces las preferencias sociales en este caso? Pues obviamente, en el limbo porque hay “derechos de propiedad” y el dictador cree que ese dinero le pertenece. Por tanto, cuando da dinero en el juego del dictador, podemos decir que no lo da por ser una persona social, preocupada por los demás, sino que más bien, cree que el dinero no es suyo y por tanto merece tanto como el recipiente.

¿Y qué ocurre si el dictador y el recipiente trabajan y luego uno de ellos tiene que dividir el dinero total? ¿Y si ambos hacen el mismo trabajo pero a uno se le paga más que a otro? Pues bien, a eso me dedico yo. O al menos, de eso va el primer artículo de mi tesis, que presento mañana por aquí. El motivo por el que estoy aquí es porque en esta Universidad hay gente que conoce bien la literatura del tema y podría ayudarme a orientar algunos resultados.

He escrito este post porque mucha gente me pregunta qué hago aquí exactamente y de qué va mi tesis. Al menos, así hay una primera idea, aunque el resto de artículos no están relacionados con este en absoluto. Pero creo que son igualmente interesantes ¿verdad?

viernes, 13 de marzo de 2009

Airport

Hora: 13:00. Lugar: Aeropuerto de Orlando, Terminal B, Junto a la puerta de embarque número 54. En veinte minutos comienza el embarque. La gente espera con portátiles a que el avión se sitúe y se abran las puertas. Curioso. Tengo alrededor a unas veinte personas. Seis o siete están solas, como yo, mirando sus portátiles. Sólo un tipo calvo, con perilla y camisa de cuadros, sostiene un libro. Hace años esta imagen sería impensable. Creo que nos estamos cargando la cultura con esto de Internet. Bueno, no nos la estamos cargando. Digamos que estamos descubriendo modos más sencillos de pasar el tiempo: navegar no exige tener que pensar mucho. Leer, creo que sí. Pero no todo es malo. Al menos he podido leer el correo antes de irme. 

Divagaciones aparte, hoy hago escala en Charlotte, así que me espera un largo viaje hasta San Francisco (en la costa opuesta: es decir, en la zona oeste de EE.UU.). En total, son más de diez horas de viaje, contando el tiempo que pierdo en Charlotte mientras enlazo con el otro avión. Pero espero que merezca la pena. San Francisco. You know… Alcatraz, la cuna del movimiento gay, el famoso puente… Suena bien. Al menos a priori.

Pero es cierto que aún queda mucho para eso, claro. Habrá que pasar otro control de seguridad, enseñar el pasaporte de nuevo, buscarse un sitio para comer… Y luego, si todo sale bien, habrá que encontrarse con Rodrigo en el aeropuerto de San Francisco. Él va desde México y tiene el pasaporte medio roto. Esperemos que lo dejen entrar, porque si no me veo sólo, en una ciudad desconocida y sin hotel (está a su nombre y lo ha pagado con tarjeta). De todos modos, creo que saldrá bien. Y ya se sabe que los pensamientos positivos son importantes para que las cosas tengan éxito.

Hora: 13:09. Lugar: Aeropuerto de Orlando. El avión ya está preparado. Un negro acaba de anunciar que en breve comenzará el embarque. De aquí a unas horas os cuento cómo ha ido todo.

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Hora: 16:13. Lugar: Aeropuerto de Charlotte, junto a la puerta de embarque C10. Mientras estoy sentado en un cómodo sillón gris, veo cómo una chica se acerca a la puerta de embarque y pregunta por el vuelo a Miami. Se han ido sin ella. Una putada, no cabe duda; pero puede preguntar en Atención al Cliente. Le han dicho que allí probablemente se lo solucionen. Espero que sea así. Yo, mientras tanto, espero a que se abra el embarque para San Francisco. Queda aún una hora para eso. Mientras tanto, me conecto a CLTNET. ¡Qué sería del mundo sin el Wifi! Pues según mi teoría de Orlando, habría más cultura, claro. Pero quizás habría menos comunicación porque yo no podría escribir este montón de chorradas en los aeropuertos y compartirlas con el resto. Francamente, creo que se me está yendo un poco la cabeza. Hora local: 16:21. Cuando me suba al avión dentro de hora y media no puedo olvidar retrasar el reloj. En San Francisco el mundo gira a la misma velocidad, pero con tres horas de retraso. 

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Hora: 21.40. Lugar: Aeropuerto de San Francisco, terminal 3. Frente a mí, personas llegadas de otros países recogen sus equipajes. Estoy en la Terminal Internacional del Aeropuerto, esperando a que aparezca Rodrigo. Me ha escrito un mensaje diciendo que su vuelo ha salido con retraso así que mejor no esperarlo hasta las 00.45. ¡Luego a ver cómo nos vamos al hotel porque cierran el metro a las 12! Supongo que habrá que pillarse un taxi porque la alternativa ("door to door vans") no parece muy fiable. Al menos, en la página web del aeropuerto pone que es mejor no fiarse. Según la información, "un tipo con apariencia no muy buena, te invita a subirte en una furgoneta y, una vez tiene la furgoneta llena de gente, te va soltando por ahí según la ruta que se monte el colega". La frase no es exacta, pero como si lo fuese. De hecho, recomiendan preguntar precio por adelantado porque según parece el tipo va cobrando a cada cual según le viene. De veras, creo que cuando llegue Rodrigo no va a estar el cuerpo para este tipo de aventuras. Respecto a mi vuelo, ha ido todo bien. Francamente, da gusto viajar con US Airways. Llegan incluso con más tiempo del previsto. Lo malo ha sido mi llegada aquí: en este aeropuerto no hay wifi gratis. ¡Mamones! De todos modos, hay conexión de una hora que sale por 2$ (algo así como 1.50 euros), así que me la he pillado en vista de que me esperan un par de horas de espera. Luego, leeré algo porque he dejado a Gullivert recién llegado a Inglaterra. ¡Qué tío! ¡Primero Lilliput y luego en un país de gigantes! 

martes, 10 de marzo de 2009

Zoltar

En 1988, un niño de doce años llamado Josh Baskin se planteó seriamente que debía hacer algo para cambiar su vida. Josh Baskin, cansado de que sus padres lo tratasen como a un niño y frustrado por la idea de no ser nadie entre las chicas, tenía claro que debía hacerse mayor cuanto antes. Ese era, sin lugar a dudas, su más ferviente deseo. También Alicia, hacia 1865, anhelaba crecer:
Pero entonces, ¿es que nunca me haré mayor de lo que soy ahora? Por una parte, esto sería una ventaja, no llegaría nunca a ser una vieja, pero por otra parte ¡tener siempre lecciones que aprender! ¡Vaya lata! ¡Eso si que no me gustaría nada!”


Por suerte, Josh y Alicia pudieron cumplir pronto sus deseos. El caso de Josh Baskin ocurrió en una feria, de noche. Encontró una misteriosa máquina y le pidió hacerse mayor. Al día siguiente, era un niño en el cuerpo de una persona de 30 años. Alicia, por su parte, pudo aumentar de tamaño sin pretenderlo. Bebió un extraño líquido para ver qué sucedía y creció hasta lograr vencer al Conejo Blanco.

Pero claro, las historias no siempre son como uno las imagina. Josh y Alicia pronto se dieron cuenta de que hacerse mayor no era fácil. Y por eso, en la película Big, Tom Hanks (Josh Baskin) acaba volviendo a la ferie y pidiéndole de nuevo a la máquina que lo haga pequeño. Y también por eso, Alicia, de cuya historia conocemos por Lewis Carroll se comió “una de las pastas, y vio con alegría que empezaba a disminuir inmediatamente de tamaño.” (Alicia en el País de las Maravillas)

Por desgracia, nosotros vamos creciendo y no podemos comer pastas que nos hagan más pequeños. Pero no está todo perdido. En Miami, hay una misteriosa máquina de feria, esperando que vayamos a visitarla y le pidamos un deseo. Sólo cuesta un dólar y, aunque no sé si cumple deseos, al menos la máquina te lee el futuro. Por si os viene mal pasaos por Miami, comparto con vosotros el mensaje que la máquina le dejó a Vivi, ya que creo que puede sernos útil a todos: “Disfruta de la vida, que es corta”. Palabra de Zoltar.


jueves, 5 de marzo de 2009

Miami (Beach)


Antes de visitar Miami el pasado fin de semana, yo pensaba que Miami Beach era la zona de playa de la ciudad de Miami. Craso error. Miami y Miami Beach son ciudades distintas. Cada una tiene su propio alcalde y su propio estilo de vida. Cada una de ellas posee una caracterítistica diferenciadora que las hace atractivas. Pero tienen algo en común: ambas están en el sureste de EE.UU. y están a unas tres horas y media en coche desde Orlando. Además, se hayan conectas por varios puentes (nada espectaculares), de modo que pasar de una ciudad a otra implica pagar un peaje de 1 dólar 50.

Miami Beach es una especie de isla, con forma similar a Manhatan en EE.UU. y con un sistema de numeración de calles bastante similar al de Nueva York. Así, las calles van de este a oste y se numeran desde el sur hacia el norte, mientras que las avenidas van de norte a sur. De este modo, la calle más al sur de la ciudad es la 1st street, y hacia el norte se van desplegando calles paralelas con numeración consecutivas. Las avenidas, por contra, tienen nombres. La más conocida es Ocean Drive, que está al este de la isla, y es famosa por su paseo, lleno de terrazas donde es fácil ver al típico pureta que, camisa cara, pantalón blanco y copazo en mano, disfruta del clima y de la compañía de jóvenes damas bellamente engaladas en la agradable noche de la ciudad. En Ocean Drive no hay tiendas, pero sí muchos pubs. Enfrente de la calle hay además un parque donde la gente suele ir a correr (se ven los típicos tíos con camiseta fuera, enseñando musculitos) y está la ex-casa de Gianni Versace, colindante a un par de buenos hoteles de estilo Art Decó. Porque si algo destaca arquitectónicamente en Miami Beach es el Art Decó: un estilo muy chulo consistene en edificaciones pequeñas y coloridas, con bordes redondeados (os pondría una foto de un edificio tipo, pero están en la memoria de la cámara y no tengo el cable para pasarlas al ordenador, así que pongo una foto de la playa, que hice al día siguente con la tarjeta XD). 

Miami Beach. Nótese la caseta tipo vigilante de la playa. Pero de colorines.

Miami , por contra, es una ciudad más "de negocios". Sin ser como Chicago o New York, en Miami hay varios rascacielos (no demasiado altos) y la ciudad posee un Downtown bastante "financiero" por el que te puedes mover cómodamente usando el "monorail" (un metro por encima de tierra que no no tiene conductor. Y, además, es gratis). Una cosa así podrían poner en Málaga y nos ahorrábamos un dinero en transporte y mucho estrés con las obras.

Lo que Málaga necesita

Pero por si algo destaca Miami es por su conexión con lo latino. De hecho, en Miami hay un barrido llamado Little Havana, que es la cuna de los cubanos exiliados por Fidel Castro. La ciudad guarda además mucha relación con el pueblo sudaméricano. Un ejemplo de ello es Antorcha de la Amistad, que recuerda al pueblo de Miami su hermandad con varios paises sudaméricanos. ¡Pero ojo! Hablar de Miami no es hacer tan sólo de sudamericanos. Los españoles también tenemos nuestro trocito de vida allí. Se trata de Freedom Tower: una copia de la Giralda de Sevilla. Más pequeña, eso sí.

Nuestra contribución a Miami. ¡Copiones!

La verdad es que las ciudads molan. De Miami no vi el skyline porque los barcos hay que pagarlos (y te pasean por las mansiones de los famosos) pero supongo que hacer tiene su encanto. Yo recomiendo la ciudad para estar un fin de semana. Más tiempo, no sé si estaría. Desde luego, el ambiente que hay en Miami Beach es digno de ver: un sitio que antes era escogido por los americanos para retirarse se ha convertido ahora  en un lugar de residencia para jóvenes. Y se nota que la ciudad tiene bastante vida. 

Matt el viajero dice: 
¿Sabéis qué? Lo que más me sorprendió del camino a Miami fueron las inmensas carreteras de 7 carriles por cada sentido. ¡Impresionante! Y además, hay dos carriles por sentidos dedicados exclusivamente "al horario de trabajo", de modo que para ir por ellos a las horas de entrada y salida del curro (esto es, entre las 7 y las 9 de la mañana; y entre las 6 y las 8 de la tarde) debes ir con más de dos personas en el coche. Si no, te multan del tirón. Y bueno, las áreas de descanso también son impresionantes. Si te da por parar en la carretera a descansar y estirar las piernas, ten por seguro que habrá esperándote un lugar en que podrás descansar en condiciones: con urinarios limpios, máquinas expendedoras y zona para tomar un tentempié. Todo ello vigilado por cámaras de seguridad, eso sí. Estos americanos, es que son la monda...


martes, 24 de febrero de 2009

The price matters, the size does not

Vivi ha visto la felicidad cara a cara. Se llama Premium Outlet y es un lugar que está a varios kilómetros de mi casa, pero que merece la pena visitar (quizás casi tanto como Disney World, hacia donde nos encaminamos en unos minutos). De hecho, el Premium Outet queda cerca de Disney world y es un lugar es ideal para gastar dinero en ropa de marca (así, puedes luego lucir en España ropa cara, inyectando de rojo los envidiosos ojos de quienes te ven pasear luciendo prendas del caballito de Ralph o el simbolito de Tommy).  

Descripción: Supongo que ya he comentado en este blog varias veces que en Orlando son muy comunes los complejos comerciales con parking delante y varias tiendas en un mismo lugar. Así, hay lugares de restauración, de supermercados, de comida rápida, talleres de coche... En fin, un poco de todo. Un Outlet es uno de estos lugares destinado a ropa de marca. Es lo que en España vendría a ser un factory, con la diferencia de que los factories españoles (al menos a los que yo he ido) son sinónimo de macanas. Por fortuna, aquí la ropa de marca no es de otra época, sino que es medianamente decente en cuanto a estilo y la calidad. Además, es francamente barata si la comparamos con el precio español (cuestión de los aranceles y la política proteccionista europea). Como ejemplo, un polo que puede costar en España 90 euros (digamos de Lacoste), aquí sale por unos 40 dólares, impuestos incluidos, lo que deja el precio en casi un tercio. Del mismo modo, hay cosas de muy bajo precio por estar en liquidación (de tallas y eso). Ejemplo: mi hermana se compró la semana pasada unso Levi's por 3 dólares y se los compró, ya no sólo por tener unos Levis, sino porque unos vaqueros a menos de 3 euros no los encuentras en España en ningún mercadillo que se precie. Eso sí, hay una cosa que debes tener en cuenta antes de comprar ropa (lo digo para quien pida regalos): las tallas son un cachondeo. Sin ir más lejos, me he comprado una camiseta de la talla S porque la M y la L me quedan gigante. La XL es para tíos de rugby y puedes encontrar en los sitios 3XL. Aquí, por eso del tallaje no hay problema... El problema son los precios, que al ser tan bajos, resultan tentativos...


miércoles, 18 de febrero de 2009

Carnaval revision and Julito's lyric

NOTA. Si no te gusta el Carnaval, puedes pasar directamente a la segunda parte sin remordimientos de ningún tipo.

El señor Góngora no se atrevió a publicar un comentario en la última entrada del blog (quizás por miedo al ridículo) pero en privado se manisfestó conforme con la opinión vertida por mi persona en mi anterior post. Eso sí, dijo estar de acuerdo conmigo "en líneas generales". El caso es que, ya reconciliados, hemos empezado a trazar juntos lo que sin duda será una gran agrupación carnavalesca de futuro. Aún no tenemos fecha para sacar la agrupación pero todo es encontrar a gente dispuesta a colaborar con nosotros. De momento, tenemos la idea de reflotar el cuarteto así que no exigimos mucho a los aspirantes. Pero, si la llamada surte efecto, nos plantearemos el tema de la chirigota. El plazo está abierto. El que quiera dar un pelotazo en el Falla, que lo diga. Total, somos unos plumillas de categoría y un par de tardes nos bastarían para hacer un repertorio decente que pase, al menos, a la Final. 

Vaciladas aparte, creo que no me he equivocado mucho en mi "apuesta carnavalesca". Sólo para hacer revisión, diré que en comparsas aposté por Los Trasnochadores y ahí están, claros candidatos a ganar. Es sorprendente lo deLa Secta de los Carapapas, que son el cajonazo de este año; aunque ya avisé que no me gustaba el popurrit y que contaban con el handicap de haber sido primer premio el año pasado. Así pues, con los Trasnochadores irán a la final en la modalidad de comparsa, junti a la agrupación de Antonio Martin y la de Quiñones, de las que dije: "Antonio Martín va bien y podría colarse en la final pero me gusta más el tipo de Quiñones." En chirigotas pasa el Selu ("finalista asegurado"), El canijo (¡menos mal que ha cambiado cuartetas del popurrit!) y los Tijeritas.  Veremos qué ocurre en la final del viernes.

---------------------------------------------- oo ----------------------------------------------

Dejando el carnaval a un lado, hablemos de cómo va la vida por aqui. Francamente, si puediese resumir la cosa en una frase, recurriía a la canción de Julito I, El Mítico: "Siempre hay por quién sufrir y a quién amar". ¿Sabéis de qué hablo, no? Pues eso. "La vida sigue igual".

Primera parte (o por quién sufir). No estoy deprimido, ni triste, ni melancólico, ni nada por el estilo. Sencillamente, estoy en un momento de stand by profesional. En principio, estaba previsto que diese un seminario la próxima semana pero parece ser que la cosa se estanca. Según me han dicho, hay otro seminario previsto para la misma fecha, así que habría que retrasar el mío. Esto trastoca un poco mis planes y supone que tendré que esperar un semana más (se agota el tiempo de mi estancia) para discutir sobre mi investigación. La cosa no sería preocupante de no ser porque el paper ya está "terminado" y sólo hay que mandarlo a publicar y darle los últimos retoques. En fin, todo sea por que quede bonito y al final, a ver si la cosa merece la pena. En cualquier caso, llevo con esto desde abril del año pasado y no puedo dejar de sentir cierta impaciencia, sobre todo cuando los proyectos alternativos no terminan de salir (hablo de mis proyectos de investigación, claro. Porque sigo tratando de demostrar algo que no termina de salir y empieza a ser frustrante. Cualquier día, hago como Dani y cambio de tema, je je!)

Segunda parte (o a quién amar). Por fortuna, todas estas pamplinas se me van a quitar pronto porque el sábado tengo visita y hay que cuidarla bien. Y es que, después de la marcha de mis padres, me hace falta volver a disfrutar de la distracción temática que ofrece esta (¿maravillosa?) ciudad. Supongo que al final no haré casi nada de lo que tengo previsto, pero me gustaría ver Miami y para el próximo viernes 27 tengo compradas entradas pare ver a los Magic contra Detroit. Baloncesto del bueno. Luego, hay que ir otra vez a Universal Studios porque el sitio merece la pena. Disney World (que tiene 4 parques temáticos) es también visita turística obligada para quien pise esta tierra, aunque a mí me pareció un lugar muy feo (al menos, el parque que vi. Por suerte, aún me quedan tres que no he visitado). Pero en Disney, me sentí "algo perdido". No porque fuese grande sino por lo que relata Ismael Serrano en la canción de Últimamente (una canción, que marcó un momento de mi vida, todo sea dicho de paso). Es como si todo aquello fuese un mundo de ilusión artificial. "Una fiesta, a la que nadie se ha molestado en invitarme"... Ya en serio, que es un sitio bonito y tal, pero ves tantos niños, disfrutando, que piensas que un día debes ir alli con tu hijo para verlo sonreír. ¡Qué tierno me ha quedado! Jaja! Al final, va a resultar que descubrí mi vocación paternal. ¿O, como diría uno que yo me sé, "ser padre no es sino la respuesta que tratas de darte a ti mismo para convencerte de que aún se puede ser feliz"? ¿Es algo así, no? El que lo dijo, que hable ahora o se vaya a esquiar sin mí en Semana Santa... De todos modos, no hay que ser tremendistas. Disney es un negocio y si vas a divertirte, no se pasa mal tampoco. Sobre todo si te encuentras con Mickey y Minnie te da un beso en las narices de su novio...

Hablando de besos. Un besito a todos y os dejo, que voy a ver el tercer capítulo de Dirty Sexy Money, ya que "The it crowd" me la he chupado entera (no se admiten bromas).


viernes, 13 de febrero de 2009

Carnaval break


NOTA. Este post es de Carnaval. Si no te gusta el Carnaval, puedes pasarlo por alto pero yo creo que deberías leerlo. Aún así, no puedo darte un razón de peso para que leas mi opinión de Carnaval. Yo no entiendo mucho del tema (o si no, ya veréis cómo mi post lo critican los más entendidos...).

El Carnaval de Cádiz es universal. En apariencia es como el de Río de Janeiro -fiestas, cachondeo y gente borracha en las calles- pero, en esencia, es mucho más: Cádiz es la cultura de los bares hecha letrilla, es el arte de la creación en manos del pueblo y es la crítica cantada a ritmo del tres por cuatro en las tablas del Falla... y eso, le pese a quien le pese, está por encima de los pitos y la samba (aunque las negras brasileñas meneen el pandero como nadie).

Dentro de la universalidad carnavalesca, Internet juega un papel fundamental. Al menos, a mí me lo parece porque gracias al modem que tengo en mi habitación puedo oír en directo lo que ocurre en el Falla sin tener que trasnochar (creo que este año, por primera vez, voy a empezar a ver una final a las tres de la tarde).  Esperemos que los de Canal Sur me la retransmitan por Internet...

Pero ajenos a la polémica de los últimos días, pasemos a poner a la gente en situación. Esta semana, el concurso ha entrado en su fase "semifinal". Ya sólo quedan tres días de actuaciones antes de la final y habría que hacer un repaso de las agrupaciones más destacadas para apostar sobre quién entrará en la final (me temo que si dejo este post para más tarde, Álex acabará por descalificarme). 

Empezemos por las comparsas. A mi juicio, hay dos que tienen una cierta ventaja sobre el resto y han despuntado. Hablo de Los trasnochadores y la comparsa de los hermanos Carapapa (La Secta de los Carapapas). Francamente, creo que si la cosa terminase hoy, "Los trasnochadores" serían ganadores. El año pasado fueron segundos a un sólo punto de distancia de la comparsa de Momo y este año tienen una presentación espectacular. Quizás flojean en los cuplés, pero los pasodobles y el popurrit sirven para compensar sus carencias. La comparsa de los Carapapas va mejor de cuplés y tienen un par de pasodobles buenos, pero el nivel general creo que no es tan alto como el de los trasnochadores (por ejemplo, el popurrit no me gusta: me parecen pasodobles uno detrás de otro). Además, creo que tienen un handicap. El año pasado fueron primer premio y, en vista de la historia, este año dudo que repitan. Igual que dudo que repita Juan Carlos Aragón su puesto en la final. Los comparsistas se la dan de artista y Aragón no sé de qué se la da, pero este chaval me aburre con pasodobles a la muerte y la soledad (que son preciosos, ojo) y con cuplés que no tienen ni puta gracia por más que hable de nabos y demás lindezas viriles. A más a más, el estribillo es feísimo y el popurrit infumable. Yo, quizás salvaría la presentación. Pero, si Aragón no se cuela este año en la final, ¿quién va a ser entonces el tercero en discordia? Antonio Martín va bien y podría colarse en la final pero me gusta más el tipo de Quiñones. Tienen presentación buena, pasodobles bastante correctos y sus gracias en los cuplés. Una comparsa que podría colarse y estar ahí, aunque no creo que para pelear con las dos primeras. Otra candidata es Voces, la comparsa de Tino Tovar. A mí me parece demasiado innovadora para pasar a la final, y no me ha gustado mucho, aunque he de reconocer que la he escuchado poco. Como tampoco tengo muy bien escuchada a La factoría y Los ruina.

En chirigotas, creo que la cosa está más complicada. Para finalista asegurado, apuesto por el Selu, que de nuevo está muy metido en el tipo. La chirigota del Yuyu tiene una gran presentación y los cuplés de preliminares fueron espectaculares. Va a estar en la pelea. El sheriff, se nota que disfruta este año. Va flojo de repertorio, pero lo compensa jugando con el público en los descansos. Igual que el canijo, que ha metido un cuplé interactivo bastante gracioso, aunque la presentación y el popurrit no me gustan (quizás sean buenos los pasodobles y un par de cuartetas del popurri). La chirigota de la viña, tengo que oirla mejor. Y tampoco tengo noticias de Vera Luque. Los tijeritas, creo que están en la línea del año pasado. Han descubierto un estilo y lo están explotando. La chirigota suena distinta porque los pasodobles son peores que los del año pasado, pero siguen teniendo un sello propio. 

Bueno, creo que debería dejar de hablar de carnaval por respeto a los "no aficionados". Este blog tiene sus visitas y no quiero perderlas. Es broma. ¡Viva el Carnaval de Cádiz! Y quien quiera opinar, que lo haga y podemos discutir sobre apuestas para la final del viernes... Eso sí, antes de concluir quiero declarar mi más sincera indignación por haber oído pocas coplas al pregonero de este año: un señor llamado Javier Ruibal, que es un cantante como la copa de un pino (por encima de Rocío Jurado, Alejandro Sanz y Pasión Vega... le pese a quien le pese...) ¿No me habré "colao" con la comparación? Creo que no... xD

martes, 10 de febrero de 2009

Having fun (part 1)


El pasado sábado llegaron mis padres a Orlando. Eso supone que apenas he tenido tiempo para conectarme y actualizar esto, pero aprovecho que ellos han ido un momento al Walmart para contaos que estos últimos días de mi vida sólo se pueden resumir en una palabra: diversión. 

Y es que he estado bastante entretenido últimamente, viendo cositas y pasándomelo bien con la familia. Se echa de menos a gente que no puede estar aquí conmigo disfrutando (léase Vivi), pero como van a venir pronto, pues lo pasamos bien con los que ya están aquí. Por eso, he decidido titular este post como "Having fun (part 1)" (puesto que estamos aún en mitad de semana, y supongo que habrá una segunda parte... o al menos, eso espero).

Porque, de momento, sólo hemos visto Sea World (el típico "zoológico de animales marinos" con algunos espectáculos tipo "delfines saltarines") y Universal Studios: un parque de atracciones del estilo a la Warner Bross en Madrid, donde te montas en aparatos que te dan vueltas y te revuelven el estómago como subas recién comido... De ambos lugares lo que más me gustó fue Universal Studios. Hay atracciones con imágenes en 3D y en una montaña rusa de los Simpson (Krustilandia) y la verdad es que disfrutamos los 4 bastante. Francamente, creo que nos hubiese gustado a todos montarnos un par de veces más, pero meten un rollo infumable antes de subirte a la atracción con vídeos y demás, que te desalientan para volver a intentarlo. Además, el parque de Universal Studios es bastante grande (de hecho, son dos parques) e íbamos con prisa para no perdernos nada... 


Lo de SeaWorld es otro asunto. Tocas las rayas (¡drogas no!), ves de cerca los delfines, los lagartos, las morsas... y tienen un par de atracciones divertidas. Una de ellas, de agua. Mi padre no se atrevió pero mi hermana, mi madre y yo... ¡¡nos pusimos empapados!! Así llegamos luego a casa a las 8 de la tarde y mis padres se acuestan en cuanto cenan... si es que ellos no están preparados para aguantar este ritmo... jajaja!

En fin, lo bueno es que estamos dejando el plato fuerte (Disney World) para más adelante y nos estamos centrando en ver cosas turísticas pero de segundo orden. Desde luego, esta es la ciudad de la diversión. Aquí sólo hay parques temáticos. Nada de cocina sofisticada. Nada de edificios altos. Y nada de compras en bazares. El centro, es horrible. Las distancias, enormes. Y la comida es rápida... Pero los parques de atracciones, están chulísimos.

jueves, 29 de enero de 2009

Chicago


NOTA. Edito la entrada de "forecast" porque los señores del tiempo, fieles a la costumbre, no dieron una con la previsión así que no nevó en Chicago, lo que nos permitión disfrutar de la ciudad sin sufrir las inclemencias meteorológicas (queda bien la frase, ¿verdad?). 

El fin de semana no comenzó demasiado bien. Yo, que hice la maleta en el último momento, olvidé la cámara de fotos y una vez en el aeropuerto de Chicago estuve esperando a Rodrigo durante más de una hora porque tuvo problemas en la Aduana (francamente, esto no debe extrañarnos teniendo en cuenta que viajaba desde México y que, para más inri, tiene visados de Rusia, Turquía y Rumanía en el pasaporte. Sin duda, lo extraño hubiese sido que entrase en EE.UU. sin más).

Después de los saludos de rigor y un par de conexiones en tren por el aeropuerto, cogimos el metro hasta el centro de la ciudad, aprovechando que allí el metro funciona las 24 horas del día. Nos plantamos en el hotel a eso de las 9 de la noche. Tras el check-in en una maquinita muy graciosa que te evita pasar por recepción, salimos a la calle en busca de un sitio para comer (tarea difícil en EE.UU. a esas horas de la noche). Aunque al final tuvimos suerte y dimos con un Subway en el que saciamos nuestra hambre antes tomar algo más en el pub del hotel e ir la cama.

A la mañana siguiente, estuvimos paseando por el Instituto de Arte de Chicago donde me gustó, sobre todo, una exposición de Yousuf Karsh, quien dedicó sus cerca de 100 años de vida a fotografiar magistralmente a gente como Churchill, Heminway, Fidel Castro, Einstein y demás personajes famosos o representativos del siglo XX. También hay que destacar los cuadros impresionistas que hay en el Instituto y la colección de pintores americanos actuales, donde destaca la presencia del cuadro de Edward Hopper, "Los alcones de la noche" (de hecho, fuimos básicamente a ver este cuadro, que es el favorito de Rodrigo; aunque la visita mereció la pena porque sin ser el MoMA, tiene obras muy buenas)

Arriba, la habitación de Van Gogh. Abajo, parte del Parque del Milenio.


Saciada nuestra vena cultural, vimos el Lago Michigan (congelado) y estuvimos paseando por los alrededores del museo, donde hay un parque que tiene pinta de ser bastante bonito en primavera (desafortundamente estaba nevado todo y sólo ses veía extensión blanca, pero sirva la imagen arriba como muestra de la belleza del parque). Para ser fieles al estilo americano, la comida tuvo lugar en el McDonald's donde, según Rodrigo, las patatas saben distintas a otras partes del mundo. Yo creo que lleva razón pero sólo conozco las papatas españolas. La hamburguesa, desde luego, estaba buena.

Para pasar la tarde, fuimos a las Sears Tower, el tercer rascacielo más alto del mundo y subimos a la planta 99. A decir verdad, aunque las vistas son bonitas desde allá arriba, creo que el Empire State de Nueva York es muchísimo mejor (aún siendo más bajo). Al menos, a mí me impresionó mucho más. Quizás porque aquél estaba abierto al aire libre y en las Sears Towers veías el exterior desde dentro del edificio. Todo es posible.

Así se ve Chicago desde la planta 99

Tras repostaje en Sturbucks y más paseo por el centro, llegamos al hotel dispuestos a beber algo (eso sí, enseñando el carnet porque a los menores no se les puede vender alcochol). 

El domingo fue un día tranquilo por dos cosas: primero porque vimos gratis animalitos disecados en el Field Museum y segundo porque paramos a comer en Edwardo's, un famoso restaurante de pizzas donde nos clavaron $30 por comernos dos pizzas demoledoras de estómagos, que nos tuvieron toda la tarde en la habitación del hotel, incapaces de movernos hasta que empezó la Superbowl (¡y eso que nos comimos la mitad!).

Viendo dinosaurios antes de saber lo que se nos avecinaba en Edwardo's

Ya el resto, tiene poco interés. Perdieron los Cardinalds ante los Steelers y la Superbowl estuvo entretenida. Bruce Springsteen cantó en el descanso y Poli Rincón dio el cante en la SER. Espectáculo puro. Ayer lunes, de compras por la ciudad para gastar dinero en ropa (que está barata) y vuelos de vuelta a casa. Ahora, a recargar pilas que este fin de semana vienen mis padres y hay que prepararse para ver a Mickey Mouse... 

lunes, 26 de enero de 2009

Here we go

Hola a todos y bienvenidos un día más al mundo de Matt el viajero (es que me ha gustado la definición de Manolo de este blog). 
Como sabréis este fin de semana es la Superbowl en la ciudad de Tampa (Florida), en un partido que enfrentará a Steelers y Cardinals el próxima día 1 de febrero. El evento es todo un acontecimiento aqui en EE.UU. De hecho, en la residencia van a reunirse a las 6 p.m. para ver el partido en un salón con pantalla gigante (de 17 feet, que son algo asi como 6 metros). ¡Están peor que nosotros cuando llega la final de un Mundial de fútbol! El hecho es que yo, por suerte o por desgracia, me lo voy a perder porque probablemente me vaya a Chicago con el señor Soto. El plan está en el aire y tiene su miga, porque mundoviaje me ha hecho la maña, pero ya veremos si finalmente nos vemos en la ciudad de los Bulls para pasar frío (alli hace un viento y un frío del carajo).
Pero bueno, no voy a hablar hoy de Chicago sino que voy a comentar un par de cosas más sobre mi tema favorito: los autobuses en Florida. Sé que puedo resultar pesado, pero prometo que con este post cerraré el capítulo de curiosidades referentes a los autobuses. 
Lo primero que quiero decir al respecto es que aqui hay que pagar el bus con el dinero exacto. Creo que esto ya lo dejé entrever en otro post, cuando dije que el conductor me había dejado pasar por no disponer de cambio. Ahora, quiero sencillamente aclarar que el conductor no cobra el dinero del autobús, sino que existe una máquina a la entrada, donde debes depositar el importe del trayecto (2$). La maquinita acepta monedas y billetes de uno y cinco dolares. Pero si te pasas y metes más de la cuenta, no da cambio. Por ejemplo, el otro día pagué 5$ por un ticket para el día completo, cuando costaba 4,5$. Como no tenía suelto, ajo y agua. Aunque después la cosa salió rentable porque estuve el día paseándoe en bus. La experiencia es bonita, pero se pierde tiempo. Yo, que vivo en la zona noreste de la ciudad tardé en llegar al centro una hora aproximadamente. Y una vez en el centro tomé otro bus para ir al sureste de la ciuda lo que me llevó algo más de 40 minutos. Como podréis imaginar ya no me movi de alli en todo el día. Estuve en Florida Mall (un centro comercial con tiendas como GAP; Macy's y demás Corte Inglés en sus diversas modealidades) donde invertí parte de la beca en ropa. Por suerte, las cosas tienen el mismo precio que en España, pero en dólares. Eso quiere decir que es relativamente barato (y peligroso) salir con dinero a comprar ropa por aqui. 
A la vuelta, otra vez la misma operación (y dos horas de camino en cruzar la ciudad). Lo bueno es que descubri que los autobuses tienen en la parte delantera (justo en el morro frontal), una especie de baca, en la que la gente puede dejar sus bicicletas antes de subir al bus. Yo cuando lo vi, me tuve que replantear la vida y pensé incluso en comprarme una bici. Lo malo es que voy a estar aqui poco tiempo asi que no sé si merece la pena. 
En fin, que el día fue divertido y vi el Anway Arena, el estadio de los Orlando Magic, donde espero ir un día de estos a ver un partido de la NBA para darle envidia a don Alejandro López. Ahora, estoy pensando qué partido ver. Dado que los Magic ya han jugado contra los Raptors y contra Lakers la mejor opción es ver a LeBron James, Yao Ming o Wade, que son los próximos equipos que vienen. Ya veremos.
PD. En la próxima, a ver si hablo del viaje a Chicago.  

miércoles, 21 de enero de 2009

Making pictures!


Quienes siguen el blog me piden con clamoroso entusiasmo que me deje de parrafadas insulsas y empiece a poner fotos del lugar; así que hoy, un día después de que el gran Barack Obama tomase asiento en la Casa Blanca, dedicaré el post a aportes gráficos de mi estancia en Orlando (por cierto, el lunes fue festivo en EE.UU. por ser el día Martin Luther King y ayer Mr. Obama tomó el relevo de Bush en Washinton DC. No deja de ser curioso: a M.L. King lo asesinaron por luchar por los derechos de los negros y ayer un negro pasó a ser presidente americano... No deja de ser exótico, que diría el mítico).

Pero vayamos a las imágenes. Para comenzar, os voy a mostrar el sitio donde vivo aunque ya he hablado varias veces del lugar. El Collegiate Village Inn es una especie de residencia con habitaciones individuales y dobles, en cada una de las cuales hay una o dos camas (según el caso), un armario empotrado, una cajonera, un baño, una nevera pequeña y un microondas. De hecho, ya os mostré hace tiempo mi habitación en estado inicial (aunque ahora ha evolucionado bastante ya que tengo cama de matrimonio, en lugar de dos individuales y me he adaptado a las tecnologías: tengo un flexo para poder leer por las noches y un teléfono fijo para recibir llamadas...) En cualquier caso, aqui os dejo una imagen del lugar (es el edificio a mi espalda). Yo salgo con los ojos medio cerrados porque me daba el sol de cara. Además, estoy despeinado porque hacía viento y no tengo peine. Se me olvidó echarlo en el neceser, para desgracia de mi padre...

Como veréis, el edificio tiene tres plantas. Mi apartamento está en la planta baja, lo cual es una putada porque si abres las ventanas te ven desde la calle. Como ventaja, las vistas que dan a la piscina (cuya profundidad es de 6 pies en honor al señor Borja). En la siguiente fotografía, al fondo de la imagen, podéis ver la cafetería, el gimnasio y un salón de juegos (en el que, básicamente, hay un billar). Mi apartamento está de este lado así que yo sólo cruzo el césped un par de veces, para ir a comer.

Y aunque el lunes, mientras paseaba, encontré un par de ¿cigüeñas? pastando, creo que a los alrededores de la residencia no hay mucho interés que digamos. El lugar está emplazado junto a una gran carretera (University Boulevard) que conduce a la Universidad Central de Florida. Esta avenida es bastante amplia y a ambos lados de la misma hay lugares de comida rápida como Dunkin Donuts, Burguer King o el Steak 'n Shake, un sitio donde se comen hamburguesas por menos de 4$ y sirven unos batidos tipo fresisuí, como los que tomaba Bart Simpson (el otro día estuve cenando allí y lo más interesante de este sitio es que los fines de semana dan de comer gratis a los niños y que entre las 2pm y las 4pm, hay happy hour así que las bebidas salen a mitad de precio).

Arriba, los animales sin identificar (lo siento, soy de ciudad). 
Abajo, University Boulevard y el Steak 'n Shake. 

También es muy típico encontrar camino de la Universidad el clásico conjunto de comercios americanos, cuyo concepto se aleja (al menos para mí), de la idea de centro comercial que tenemos en España. Y me explico. Aquí, de momento, no he visto ningún centro comercial grande que reuna (en el mismo complejo) tiendas de ropa, cines, restaurantes, supermercados, etcétera..., sino que las construcciones son más bien en plan comercios independientes con un gran parking delante. De entre todos esos, el Walmart, es el más grande. Este lugar viene a ser un Carrefour (Pryca) de toda la vida, pero en versión americana. Por cierto, el otro día fue al Walmart en autobús (está a tomar por culo de mi casa). Así que para concluir voy a postear dos fotos que hice en el bus (al que por cierto entré gratis porque no tenía dos dólares sueltos y el conductor pasó de cambiarme 5). La primera imagen es sorprendente: televisión dentro del autobús. La segunda, es una muestra del tipo de español que habla aquí la gente. Y no es por ofender, pero a veces hay instrucciones en español y en inglés y no se sabe muy bien cuál se entiende mejor... 

Si le dáis a la imagen podéis verla ampliada pero por si no se lee muy bien la foto, copio lo que pone, tanto en inglés: "Pull red hadle down", como en español: "Jale la manija roja". En serio, ¿cuál se entiende mejor?

lunes, 19 de enero de 2009

Family Feud


La cafetería de la residencia donde estoy alojado sirve cada día una especie de buffet libre, aunque si te apetece puedes pedir que te cocinen algo "fuera de menú", en cuyo caso solo debes escoger tu opción favorita dentro de un surtido menú de posibles hamburguesas. El lugar es un salon con capacidad para unas 200 personas (aunque nunca he visto a más de 15), con una televisión grande de pantalla plana; de modo que todos los días, mientras desayuno, almuerzo y ceno, puedo echar un vistazo a la programación televisiva americana. 

Como suelo comer bastante rápido, apenas paso de ver anuncios donde expertos abogados se ofrecen para ayudarte a demandar a alguien que te haya atropellado con el coche, con la intención de sacarles hasta el último centavo. He leído que en muchas partes de EE.UU. los tipos son verdaderos profesionales y van al 50% con el cliente. Es curioso. Sin embargo, lo que más me sorprende de la programación es que, por las mañanas, en lugar de haber populares programas tipo Ana Rosa Quintana o Las mañanas de Cuatro, ponen concursos como Quiéres ser millonario o Family Feud (un programa que tiene su versión video-game y que, según wikipedia, lleva en emisión desde 1976 y que ... ¡Impensable en España!). 

El programa, a groso modo, enfrenta a dos familias compuestas por cinco miembros cada una (como familia valen los tíos, los cuñaos, los primos segundos y todo eso). Bien, en cada ronda el presentador hace una pregunta "estadística" y la familia que responda antes tiene el turno. Por ejemplo, esta mañana una de las preguntas era: "Por favor, llévate a mi mujer pero no me quites mi..." Y la familia que ha respondido antes ha acertado al decir "pistola" (ya que estaba en la lista). Luego, una vez que tenían el turno debían de completar el panel en base a las respuestas que habían dado 100 personas encuestadas antes del programa. Cada acierto suma puntos en función del número de encustados que respondieron y si fallas tres veces, pasas el turno a la otra familia... En fin, es una cosa curiosa. Aunque para mí, lo más extraño es que según wikipedia este programa tiene una versión en España (véase en este mapa)... Yo lo he pensado pero no consigo reconocer nada parecido (aunque hay cosas similares como "La lista", de TVE). ¿Os suena a alguno de vosotros este programa?

jueves, 15 de enero de 2009

Driving license and SSN


Hoy he acabado de cenar a eso de las 18:15 horas (un poco de arroz blanco y un plátano, para todos aquellos que siguen mi dieta) y después he estado hablando con mis padres y con Vivi (Por cierto, ¡qué gran invento el skype! Gente como Dani debería aficionarse a este tipo de programas, en lugar de inventar cosas raras! A todo esto, supuse que eras tú quien me estaba llamando... Recuerda que yo usé tu método para hablar antes con EE.UU. pero a mí me funcionó, jejeje!). En fin... que dado que son las 19:25 y tengo algo de tiempo, he decidido actualizar en vista de mi feroz competencia... De momento, hablaré de un par de cosas que me parecen curiosas aquí y dejo el tema carnaval para cuando se acerque el concurso de agrupaciones (conozco la carrera profesional del pregonero de este año... algo que gente experta como Alex ignora; así que hablar de carnaval será mi arma secreta...).

Pero bueno, entremos en materia. Lo primero que debo decir es que anoche estuve hablando con el señor Luengo sobre lo distinta que es la vida en Orlando, respecto a otras ciudades americanas más conocidas como son New York o Washington, puesto que estas últimas son, por así decirlo, ciudades más europeas que Orlando (tienen metro, buen sistema de comunicación y autobuses, supermercados y un estilo de vida nocturno...) No sé, aquí las cosas son distintas. El ritmo de vida es un poco distinto al español (desayuno a las 8.00, comida a eso de las 12.30 y cena a las 18.00) y tener un coche es casi imprescindible porque las distancias son grandes. Además aquí, por lo general, las calles son muy anchas (al menos lo que he podido ver hasta ahora) y están llenas de coches que se dirigen a centros comerciales donde pueden echar el día y comprar todo lo que deseen... Por eso, moverse de un lado a otro andando (o ir de tiendas, que dirían las mujeres) no es un pasatiempo muy recomendable o apetecible que digamos. Es por eso que la mayoría de la gente, desde que tiene 16 años, puede sacarse el carnet de conducir. De hecho, estuve leyendo hace poco en el último libro de Guillermo Fesser (A cien millas de Manhattan) que en EE.UU. sacarse el carnet está chupado. Como todo el mundo lo tiene (se usa a modo de DNI casi) las preguntas del examen son fáciles para que la gente apruebe... Hay cosas del tipo: Si ves un accidente en la carretera ¿qué harías? (a) Acelerar y huir del lugar cuanto antes, (b) Ayudar a la víctima, (c) Asegurarme de que el tipo está muerto... En fin, no sé si Farruquito aprobaría el examen y desconozco si la pregunta que he puesto a modo de ejemplo es exacta, pero recuerdo que en el libro hablaban de preguntas similares a esta... ¡Como me pidan muchos papeles para alquilar un coche, encima sería mosqueante!

Cruce de Alafaya Trail con University Blvd. Cinco carriles en cada sentido.

Otra de las cosas importantes aquí es el número de la seguridad social (SSN) que, si habéis leído Freakonomics, sabréis que se usa para tener un registro de la gente que debe pagar impuestos. El origen de este número es muy curioso. Antes, la gente que hacía la declaración de la renta en EE.UU. podía inscribir a sus hijos como personas a cargo, para obtener beneficios fiscales. De este modo, las personas con más hijos pagaban menos. Pero con la aparición del SSN hubo un pequeño cambio en la declaración de la renta ya que cualquier hijo declarado tenía que poseer un SSN. Pues bien, el día que la ley entró en vigor y ese número se hizo efectivo "murieron" millones de niños... ¡La gente se había inventado hijos para desgravarse impuestos y como ahora se requería un registro legal del hijo, pues la gente no podía estafar...! Pues bien, con este número, puedes hacer casi todo en EE.UU.: abrir una cuenta en el banco, rellenar formularios americanos y todo ese tipo de papeleo burocrático que aquí gusta tanto o más que en España... Si en el Campus de la Universidad eres un extranjero como yo, te preguntan en todos sitios si tienes SSN y debes decir que NO. Entonces, o bien te piden otro número (el PID) o te piden el pasaporte... 

miércoles, 14 de enero de 2009

Life style


Después de pasar 16 horas entre vuelos y esperas, el pasado lunes día 12 de Enero llegué por fin a Orlando, a eso de las 16:35 hora local (esto es, las 22:35 hora española). Pasados los controles de visado pertinentes, un taxista que me llamaba buddy y me hablaba sobre european pussies, me condujo -sin cinturón y hablando con el móvil gran parte del trayecto-, hasta el que va a ser mi lugar de residencia los próximos meses: el Collegiate Village Inn, donde me dieron una habitación un poco cutre, en la que destacan sobre todo la falta de luz y el poco gusto por los acabados finos y elegantes -en cualquier caso, es una residencia de estudiantes en la que me dan de comer y me limpian la habitación, así que tampoco hay que quejarse mucho-. Además, se supone que van a cambiarme las dos camas individuales por una simple, y la estética mejorará con el tiempo si logro ir decorando la habitación a mi gusto (algo en lo que no tengo depositadas demasiadas esperanzas, porque soy muy vago para ir de compras...)


La habitación en su estadio 1


La primera noche en la residencia, me acosté temprano y, aunque apenas tenía sueño, alargué mi despertar cuanto me fue posible para tratar de adaptarme al nuevo horario americano. Así que el martes, a eso de las 9 de la mañana, me levanté y me puse a colocar las cosas de la maleta y a eso de las 11 de la mañana, me fui a desayunar (el alojamiento incluye 14 comidas semanales en la cafetería de la residencia). Después del vaso de leche y el trozo de tarta, cogí un bus gratuito que sale cada 20 minutos desde el Collegiate Inn para llegar, sin hacer paradas, al Campus de la Universidad (en el que te plantas en apenas 10 minutos).


El bus atomico


Una vez en el Campus, estuve haciendo un poco de tiempo hasta eso de las 12 del mediodía, pues había quedado a esa hora con Glenn Harrison, el profesor que va a supervisarme durante mi estancia aquí. El tipo, que tiene su despacho lleno de banderitas de países en los que ha estado y las paredes repletas de posters de AC/DC, me ha dado la impresión de ser muy majo y agradable. Después de hablar un rato sobre mi investigación, me ha invitado a comer a un chino cerca de la Universidad, sobre la necesidad de buscarse un coche de segunda mano en Orlando, ya que los caóticos autobuses no resultan suficientes para cubrir las enormes distancias entre lugares de interés (léase Disneyland, Universal Studios,...). Ya de vuelta del almuerzo, Glenn me ha presentado al resto de miembros del Departamento y me ha mostrado un poco por encima las instalaciones: máquina del café y fotocopiadora incluidas. Después, me han asignado un despacho bastante apañado, que comparto con un chico de doctorado y que tiene un teléfono desde el que he podido recibir las llamadas de mi familia y de Vivi (¡qué bien poder hablar español después de un día entre guiris!).


Mi lugar de trabajo, visto desde la ventana


Por último, y para completar el día, volví a la residencia, donde pude cenar milagrosamente (fui a la cafetería a las 6:45 pm y cerraban a las 7 pm). Luego, estuve tratando de completar los trámites para tener acceso a Internet desde mi habitación, aunque resultó infructuoso.


En lo que respecta al día de hoy, he podido desayunar con tiempo en la residencia y venir a la Universidad temprano, para terminar de completar algunas cuestiones del visado. Ahora, ando por el despacho y supongo que echaré aquí el día, hasta que esta tarde me vaya a la residencia de nuevo, para terminar de resolver el tema de mi conexión a Internet. Una vez que la tenga acceso a Internet desde mi cuarto, supongo que podré empezar a usar el skype desde el portátil y seguir mejor la actualidad en España con el messenger, el facebook, el tuenti y demás elementos de ciber-comunicación (incluidos, cómo no, el Marca y el AS).


Por cierto, antes de despedirme voy a responder una pregunta que me han hecho algunas personas y que básicamente se resumen en saber qué tal está la cosa por aquí (en cuanto a mi sensación general). Pues bien, lo cierto es que llevo apenas unas horas en Orlando, pero puedo decir, así a primera vista, que hay cosas distintas a las españolas. La gente parece muy simpática y agradable y se muestran muy dispuestas a ayudar con todo, así que por ese lado todo va bastante bien y como en España. Pero la ciudad (al menos cerca del campus), no se parece en nada a la típica ciudad española y está construida con muchos lugares donde comer y comprar, a pesar de lo cual hay que decir que los americanos no tienen estilo vistiendo: ¡el modelo chanclas con pantalón vaquero tiene muchos seguidores, incluso en días de lluvia!


En fin, que ya lo dejo. Estoy leyendo el post y veo que ha quedado un poco en plan “diario personal”, lo cual no era ni mucho menos mi intención. Para la próxima vez, prometo acortar y centrarme en cosas más interesantes.


Un beso y un abrazo. Francamente, se os echa de menos.