martes, 8 de noviembre de 2011

¡Vaya mierda!

En este post, vamos a hablar de basura. Concretamente, de lugares dónde depositarla en Roma. Y para comenzar con la exposición del tema que nos ocupa, diremos que esta grandiosa ciudad, hay tres tipos de cubos de basura: el azul, el gris y el inexistente. 

El bidón de color azul, como todo podréis imaginar, es el utilizado para el cristal. ¿Cómo? ¿El azul para el cristal? ¿Pero el azul no es para el papel? ¡Que no, cazurros! ¡Que eso es en España! Aquí, en Roma, el azul es para el cristal... Ah, bueno... y para el plástico... ¿Eing? ¿Qué dices, chalao? ¡Si el plástico va en el amarillo, de toda la vida de Dios! Además, ¿cómo van a ir el plástico y el vidrio juntos? Pues sí, señores. Aquí todo es posible. Así que el cristal se junta con el plástico y todos tan contentos. ¿Y por qué no iba a ser así? Al fin y al cabo, se trata de "envases". Es así de simple. Aquí no importa que el envase sea de cristal o de plástico. Todos son recipientes, ergo todo se deposita en un único cubo: el de color azul.

Entiendo... Estos italianos, cómo se simplifican la vida, ¿eh? Pero ¿entonces el gris para qué sirve? Seguro que ese es para la materia orgánica, como en España. Craso error de nuevo. El bidón gris es para el papel (entiéndase también, cartón). Bueno, corrijo. Para el papel y el plástico. ¿Cómo que para el papel y el plástico? Si el plástico va con el azul... Nos estás liando, macho... No, no... No es estoy liando... Dejad que os explique porque en realidad no es complicado: tan solo un poco incongruente. La cosa va así: la gente recicla el papel y lo guarda en bolsas de plástico (como en España). Lo divertido del caso es que luego, cuando llegan al bidón gris donde va el papel/cartón, no lo sacan el de la bolsa donde lo han guardado y lo depositan en el bidón apropiado. No. Ellos tiran la bolsa de plástico (con el cartón dentro) directamente dentro del cubo gris. ¡Y ya se encargará alguien de separarlos luego! ¡Bendita tecnología!

Sé que esto es la tela de curioso pero nos queda la última delicatessen. El plato fuerte de la casa. Sí, amigos: el cubo inexistente. El cubo que en Roma sirve para la basura orgánica (comida y desperdicios varios) ¡Ese cubo no existe! ¿Y dónde van todas esas cosas? Nadie lo sabe. Bueno, sí se sabe. Pero hay que preguntarlo para informase. Y dice la leyenda que en cada barrio hay una zona fijada donde se puede depositar la basura a una determinada hora del día (normalmente por la mañana en un intervalo de dos horas y por la tarde otras dos horas) y luego se pasa un señor con una camionetita y la recoge. Yo he encontrado en mi barrio el lugar dónde se deja y he visto cómo la gente la deja amontonada en plena acera (en Intenet, están los puntos de depósito de todos los barrios y los horarios). 

No me digáis que no es una mierda... 

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