Vamos a escribir algo, fusionando "Desde el Pito de América" y "Desde la bota de Europa". Para rebautizar el blog con un nombre más adecuado, he decidido parafrasear al gran "Matt el Viajero", pero con un toque más personal, de modo que ha surgido iMatt.
jueves, 29 de enero de 2009
Chicago
lunes, 26 de enero de 2009
Here we go
miércoles, 21 de enero de 2009
Making pictures!
Pero vayamos a las imágenes. Para comenzar, os voy a mostrar el sitio donde vivo aunque ya he hablado varias veces del lugar. El Collegiate Village Inn es una especie de residencia con habitaciones individuales y dobles, en cada una de las cuales hay una o dos camas (según el caso), un armario empotrado, una cajonera, un baño, una nevera pequeña y un microondas. De hecho, ya os mostré hace tiempo mi habitación en estado inicial (aunque ahora ha evolucionado bastante ya que tengo cama de matrimonio, en lugar de dos individuales y me he adaptado a las tecnologías: tengo un flexo para poder leer por las noches y un teléfono fijo para recibir llamadas...) En cualquier caso, aqui os dejo una imagen del lugar (es el edificio a mi espalda). Yo salgo con los ojos medio cerrados porque me daba el sol de cara. Además, estoy despeinado porque hacía viento y no tengo peine. Se me olvidó echarlo en el neceser, para desgracia de mi padre...
Como veréis, el edificio tiene tres plantas. Mi apartamento está en la planta baja, lo cual es una putada porque si abres las ventanas te ven desde la calle. Como ventaja, las vistas que dan a la piscina (cuya profundidad es de 6 pies en honor al señor Borja). En la siguiente fotografía, al fondo de la imagen, podéis ver la cafetería, el gimnasio y un salón de juegos (en el que, básicamente, hay un billar). Mi apartamento está de este lado así que yo sólo cruzo el césped un par de veces, para ir a comer.
Y aunque el lunes, mientras paseaba, encontré un par de ¿cigüeñas? pastando, creo que a los alrededores de la residencia no hay mucho interés que digamos. El lugar está emplazado junto a una gran carretera (University Boulevard) que conduce a la Universidad Central de Florida. Esta avenida es bastante amplia y a ambos lados de la misma hay lugares de comida rápida como Dunkin Donuts, Burguer King o el Steak 'n Shake, un sitio donde se comen hamburguesas por menos de 4$ y sirven unos batidos tipo fresisuí, como los que tomaba Bart Simpson (el otro día estuve cenando allí y lo más interesante de este sitio es que los fines de semana dan de comer gratis a los niños y que entre las 2pm y las 4pm, hay happy hour así que las bebidas salen a mitad de precio).
También es muy típico encontrar camino de la Universidad el clásico conjunto de comercios americanos, cuyo concepto se aleja (al menos para mí), de la idea de centro comercial que tenemos en España. Y me explico. Aquí, de momento, no he visto ningún centro comercial grande que reuna (en el mismo complejo) tiendas de ropa, cines, restaurantes, supermercados, etcétera..., sino que las construcciones son más bien en plan comercios independientes con un gran parking delante. De entre todos esos, el Walmart, es el más grande. Este lugar viene a ser un Carrefour (Pryca) de toda la vida, pero en versión americana. Por cierto, el otro día fue al Walmart en autobús (está a tomar por culo de mi casa). Así que para concluir voy a postear dos fotos que hice en el bus (al que por cierto entré gratis porque no tenía dos dólares sueltos y el conductor pasó de cambiarme 5). La primera imagen es sorprendente: televisión dentro del autobús. La segunda, es una muestra del tipo de español que habla aquí la gente. Y no es por ofender, pero a veces hay instrucciones en español y en inglés y no se sabe muy bien cuál se entiende mejor...
lunes, 19 de enero de 2009
Family Feud
jueves, 15 de enero de 2009
Driving license and SSN
miércoles, 14 de enero de 2009
Life style
Después de pasar 16 horas entre vuelos y esperas, el pasado lunes día 12 de Enero llegué por fin a Orlando, a eso de las 16:35 hora local (esto es, las 22:35 hora española). Pasados los controles de visado pertinentes, un taxista que me llamaba buddy y me hablaba sobre european pussies, me condujo -sin cinturón y hablando con el móvil gran parte del trayecto-, hasta el que va a ser mi lugar de residencia los próximos meses: el Collegiate Village Inn, donde me dieron una habitación un poco cutre, en la que destacan sobre todo la falta de luz y el poco gusto por los acabados finos y elegantes -en cualquier caso, es una residencia de estudiantes en la que me dan de comer y me limpian la habitación, así que tampoco hay que quejarse mucho-. Además, se supone que van a cambiarme las dos camas individuales por una simple, y la estética mejorará con el tiempo si logro ir decorando la habitación a mi gusto (algo en lo que no tengo depositadas demasiadas esperanzas, porque soy muy vago para ir de compras...)
La habitación en su estadio 1
La primera noche en la residencia, me acosté temprano y, aunque apenas tenía sueño, alargué mi despertar cuanto me fue posible para tratar de adaptarme al nuevo horario americano. Así que el martes, a eso de las 9 de la mañana, me levanté y me puse a colocar las cosas de la maleta y a eso de las 11 de la mañana, me fui a desayunar (el alojamiento incluye 14 comidas semanales en la cafetería de la residencia). Después del vaso de leche y el trozo de tarta, cogí un bus gratuito que sale cada 20 minutos desde el Collegiate Inn para llegar, sin hacer paradas, al Campus de la Universidad (en el que te plantas en apenas 10 minutos).
El bus atomico
Una vez en el Campus, estuve haciendo un poco de tiempo hasta eso de las 12 del mediodía, pues había quedado a esa hora con Glenn Harrison, el profesor que va a supervisarme durante mi estancia aquí. El tipo, que tiene su despacho lleno de banderitas de países en los que ha estado y las paredes repletas de posters de AC/DC, me ha dado la impresión de ser muy majo y agradable. Después de hablar un rato sobre mi investigación, me ha invitado a comer a un chino cerca de la Universidad, sobre la necesidad de buscarse un coche de segunda mano en Orlando, ya que los caóticos autobuses no resultan suficientes para cubrir las enormes distancias entre lugares de interés (léase Disneyland, Universal Studios,...). Ya de vuelta del almuerzo, Glenn me ha presentado al resto de miembros del Departamento y me ha mostrado un poco por encima las instalaciones: máquina del café y fotocopiadora incluidas. Después, me han asignado un despacho bastante apañado, que comparto con un chico de doctorado y que tiene un teléfono desde el que he podido recibir las llamadas de mi familia y de Vivi (¡qué bien poder hablar español después de un día entre guiris!).
Mi lugar de trabajo, visto desde la ventana
Por último, y para completar el día, volví a la residencia, donde pude cenar milagrosamente (fui a la cafetería a las 6:45 pm y cerraban a las 7 pm). Luego, estuve tratando de completar los trámites para tener acceso a Internet desde mi habitación, aunque resultó infructuoso.
En lo que respecta al día de hoy, he podido desayunar con tiempo en la residencia y venir a la Universidad temprano, para terminar de completar algunas cuestiones del visado. Ahora, ando por el despacho y supongo que echaré aquí el día, hasta que esta tarde me vaya a la residencia de nuevo, para terminar de resolver el tema de mi conexión a Internet. Una vez que la tenga acceso a Internet desde mi cuarto, supongo que podré empezar a usar el skype desde el portátil y seguir mejor la actualidad en España con el messenger, el facebook, el tuenti y demás elementos de ciber-comunicación (incluidos, cómo no, el Marca y el AS).
Por cierto, antes de despedirme voy a responder una pregunta que me han hecho algunas personas y que básicamente se resumen en saber qué tal está la cosa por aquí (en cuanto a mi sensación general). Pues bien, lo cierto es que llevo apenas unas horas en Orlando, pero puedo decir, así a primera vista, que hay cosas distintas a las españolas. La gente parece muy simpática y agradable y se muestran muy dispuestas a ayudar con todo, así que por ese lado todo va bastante bien y como en España. Pero la ciudad (al menos cerca del campus), no se parece en nada a la típica ciudad española y está construida con muchos lugares donde comer y comprar, a pesar de lo cual hay que decir que los americanos no tienen estilo vistiendo: ¡el modelo chanclas con pantalón vaquero tiene muchos seguidores, incluso en días de lluvia!
En fin, que ya lo dejo. Estoy leyendo el post y veo que ha quedado un poco en plan “diario personal”, lo cual no era ni mucho menos mi intención. Para la próxima vez, prometo acortar y centrarme en cosas más interesantes.
Un beso y un abrazo. Francamente, se os echa de menos.