jueves, 29 de enero de 2009

Chicago


NOTA. Edito la entrada de "forecast" porque los señores del tiempo, fieles a la costumbre, no dieron una con la previsión así que no nevó en Chicago, lo que nos permitión disfrutar de la ciudad sin sufrir las inclemencias meteorológicas (queda bien la frase, ¿verdad?). 

El fin de semana no comenzó demasiado bien. Yo, que hice la maleta en el último momento, olvidé la cámara de fotos y una vez en el aeropuerto de Chicago estuve esperando a Rodrigo durante más de una hora porque tuvo problemas en la Aduana (francamente, esto no debe extrañarnos teniendo en cuenta que viajaba desde México y que, para más inri, tiene visados de Rusia, Turquía y Rumanía en el pasaporte. Sin duda, lo extraño hubiese sido que entrase en EE.UU. sin más).

Después de los saludos de rigor y un par de conexiones en tren por el aeropuerto, cogimos el metro hasta el centro de la ciudad, aprovechando que allí el metro funciona las 24 horas del día. Nos plantamos en el hotel a eso de las 9 de la noche. Tras el check-in en una maquinita muy graciosa que te evita pasar por recepción, salimos a la calle en busca de un sitio para comer (tarea difícil en EE.UU. a esas horas de la noche). Aunque al final tuvimos suerte y dimos con un Subway en el que saciamos nuestra hambre antes tomar algo más en el pub del hotel e ir la cama.

A la mañana siguiente, estuvimos paseando por el Instituto de Arte de Chicago donde me gustó, sobre todo, una exposición de Yousuf Karsh, quien dedicó sus cerca de 100 años de vida a fotografiar magistralmente a gente como Churchill, Heminway, Fidel Castro, Einstein y demás personajes famosos o representativos del siglo XX. También hay que destacar los cuadros impresionistas que hay en el Instituto y la colección de pintores americanos actuales, donde destaca la presencia del cuadro de Edward Hopper, "Los alcones de la noche" (de hecho, fuimos básicamente a ver este cuadro, que es el favorito de Rodrigo; aunque la visita mereció la pena porque sin ser el MoMA, tiene obras muy buenas)

Arriba, la habitación de Van Gogh. Abajo, parte del Parque del Milenio.


Saciada nuestra vena cultural, vimos el Lago Michigan (congelado) y estuvimos paseando por los alrededores del museo, donde hay un parque que tiene pinta de ser bastante bonito en primavera (desafortundamente estaba nevado todo y sólo ses veía extensión blanca, pero sirva la imagen arriba como muestra de la belleza del parque). Para ser fieles al estilo americano, la comida tuvo lugar en el McDonald's donde, según Rodrigo, las patatas saben distintas a otras partes del mundo. Yo creo que lleva razón pero sólo conozco las papatas españolas. La hamburguesa, desde luego, estaba buena.

Para pasar la tarde, fuimos a las Sears Tower, el tercer rascacielo más alto del mundo y subimos a la planta 99. A decir verdad, aunque las vistas son bonitas desde allá arriba, creo que el Empire State de Nueva York es muchísimo mejor (aún siendo más bajo). Al menos, a mí me impresionó mucho más. Quizás porque aquél estaba abierto al aire libre y en las Sears Towers veías el exterior desde dentro del edificio. Todo es posible.

Así se ve Chicago desde la planta 99

Tras repostaje en Sturbucks y más paseo por el centro, llegamos al hotel dispuestos a beber algo (eso sí, enseñando el carnet porque a los menores no se les puede vender alcochol). 

El domingo fue un día tranquilo por dos cosas: primero porque vimos gratis animalitos disecados en el Field Museum y segundo porque paramos a comer en Edwardo's, un famoso restaurante de pizzas donde nos clavaron $30 por comernos dos pizzas demoledoras de estómagos, que nos tuvieron toda la tarde en la habitación del hotel, incapaces de movernos hasta que empezó la Superbowl (¡y eso que nos comimos la mitad!).

Viendo dinosaurios antes de saber lo que se nos avecinaba en Edwardo's

Ya el resto, tiene poco interés. Perdieron los Cardinalds ante los Steelers y la Superbowl estuvo entretenida. Bruce Springsteen cantó en el descanso y Poli Rincón dio el cante en la SER. Espectáculo puro. Ayer lunes, de compras por la ciudad para gastar dinero en ropa (que está barata) y vuelos de vuelta a casa. Ahora, a recargar pilas que este fin de semana vienen mis padres y hay que prepararse para ver a Mickey Mouse... 

lunes, 26 de enero de 2009

Here we go

Hola a todos y bienvenidos un día más al mundo de Matt el viajero (es que me ha gustado la definición de Manolo de este blog). 
Como sabréis este fin de semana es la Superbowl en la ciudad de Tampa (Florida), en un partido que enfrentará a Steelers y Cardinals el próxima día 1 de febrero. El evento es todo un acontecimiento aqui en EE.UU. De hecho, en la residencia van a reunirse a las 6 p.m. para ver el partido en un salón con pantalla gigante (de 17 feet, que son algo asi como 6 metros). ¡Están peor que nosotros cuando llega la final de un Mundial de fútbol! El hecho es que yo, por suerte o por desgracia, me lo voy a perder porque probablemente me vaya a Chicago con el señor Soto. El plan está en el aire y tiene su miga, porque mundoviaje me ha hecho la maña, pero ya veremos si finalmente nos vemos en la ciudad de los Bulls para pasar frío (alli hace un viento y un frío del carajo).
Pero bueno, no voy a hablar hoy de Chicago sino que voy a comentar un par de cosas más sobre mi tema favorito: los autobuses en Florida. Sé que puedo resultar pesado, pero prometo que con este post cerraré el capítulo de curiosidades referentes a los autobuses. 
Lo primero que quiero decir al respecto es que aqui hay que pagar el bus con el dinero exacto. Creo que esto ya lo dejé entrever en otro post, cuando dije que el conductor me había dejado pasar por no disponer de cambio. Ahora, quiero sencillamente aclarar que el conductor no cobra el dinero del autobús, sino que existe una máquina a la entrada, donde debes depositar el importe del trayecto (2$). La maquinita acepta monedas y billetes de uno y cinco dolares. Pero si te pasas y metes más de la cuenta, no da cambio. Por ejemplo, el otro día pagué 5$ por un ticket para el día completo, cuando costaba 4,5$. Como no tenía suelto, ajo y agua. Aunque después la cosa salió rentable porque estuve el día paseándoe en bus. La experiencia es bonita, pero se pierde tiempo. Yo, que vivo en la zona noreste de la ciudad tardé en llegar al centro una hora aproximadamente. Y una vez en el centro tomé otro bus para ir al sureste de la ciuda lo que me llevó algo más de 40 minutos. Como podréis imaginar ya no me movi de alli en todo el día. Estuve en Florida Mall (un centro comercial con tiendas como GAP; Macy's y demás Corte Inglés en sus diversas modealidades) donde invertí parte de la beca en ropa. Por suerte, las cosas tienen el mismo precio que en España, pero en dólares. Eso quiere decir que es relativamente barato (y peligroso) salir con dinero a comprar ropa por aqui. 
A la vuelta, otra vez la misma operación (y dos horas de camino en cruzar la ciudad). Lo bueno es que descubri que los autobuses tienen en la parte delantera (justo en el morro frontal), una especie de baca, en la que la gente puede dejar sus bicicletas antes de subir al bus. Yo cuando lo vi, me tuve que replantear la vida y pensé incluso en comprarme una bici. Lo malo es que voy a estar aqui poco tiempo asi que no sé si merece la pena. 
En fin, que el día fue divertido y vi el Anway Arena, el estadio de los Orlando Magic, donde espero ir un día de estos a ver un partido de la NBA para darle envidia a don Alejandro López. Ahora, estoy pensando qué partido ver. Dado que los Magic ya han jugado contra los Raptors y contra Lakers la mejor opción es ver a LeBron James, Yao Ming o Wade, que son los próximos equipos que vienen. Ya veremos.
PD. En la próxima, a ver si hablo del viaje a Chicago.  

miércoles, 21 de enero de 2009

Making pictures!


Quienes siguen el blog me piden con clamoroso entusiasmo que me deje de parrafadas insulsas y empiece a poner fotos del lugar; así que hoy, un día después de que el gran Barack Obama tomase asiento en la Casa Blanca, dedicaré el post a aportes gráficos de mi estancia en Orlando (por cierto, el lunes fue festivo en EE.UU. por ser el día Martin Luther King y ayer Mr. Obama tomó el relevo de Bush en Washinton DC. No deja de ser curioso: a M.L. King lo asesinaron por luchar por los derechos de los negros y ayer un negro pasó a ser presidente americano... No deja de ser exótico, que diría el mítico).

Pero vayamos a las imágenes. Para comenzar, os voy a mostrar el sitio donde vivo aunque ya he hablado varias veces del lugar. El Collegiate Village Inn es una especie de residencia con habitaciones individuales y dobles, en cada una de las cuales hay una o dos camas (según el caso), un armario empotrado, una cajonera, un baño, una nevera pequeña y un microondas. De hecho, ya os mostré hace tiempo mi habitación en estado inicial (aunque ahora ha evolucionado bastante ya que tengo cama de matrimonio, en lugar de dos individuales y me he adaptado a las tecnologías: tengo un flexo para poder leer por las noches y un teléfono fijo para recibir llamadas...) En cualquier caso, aqui os dejo una imagen del lugar (es el edificio a mi espalda). Yo salgo con los ojos medio cerrados porque me daba el sol de cara. Además, estoy despeinado porque hacía viento y no tengo peine. Se me olvidó echarlo en el neceser, para desgracia de mi padre...

Como veréis, el edificio tiene tres plantas. Mi apartamento está en la planta baja, lo cual es una putada porque si abres las ventanas te ven desde la calle. Como ventaja, las vistas que dan a la piscina (cuya profundidad es de 6 pies en honor al señor Borja). En la siguiente fotografía, al fondo de la imagen, podéis ver la cafetería, el gimnasio y un salón de juegos (en el que, básicamente, hay un billar). Mi apartamento está de este lado así que yo sólo cruzo el césped un par de veces, para ir a comer.

Y aunque el lunes, mientras paseaba, encontré un par de ¿cigüeñas? pastando, creo que a los alrededores de la residencia no hay mucho interés que digamos. El lugar está emplazado junto a una gran carretera (University Boulevard) que conduce a la Universidad Central de Florida. Esta avenida es bastante amplia y a ambos lados de la misma hay lugares de comida rápida como Dunkin Donuts, Burguer King o el Steak 'n Shake, un sitio donde se comen hamburguesas por menos de 4$ y sirven unos batidos tipo fresisuí, como los que tomaba Bart Simpson (el otro día estuve cenando allí y lo más interesante de este sitio es que los fines de semana dan de comer gratis a los niños y que entre las 2pm y las 4pm, hay happy hour así que las bebidas salen a mitad de precio).

Arriba, los animales sin identificar (lo siento, soy de ciudad). 
Abajo, University Boulevard y el Steak 'n Shake. 

También es muy típico encontrar camino de la Universidad el clásico conjunto de comercios americanos, cuyo concepto se aleja (al menos para mí), de la idea de centro comercial que tenemos en España. Y me explico. Aquí, de momento, no he visto ningún centro comercial grande que reuna (en el mismo complejo) tiendas de ropa, cines, restaurantes, supermercados, etcétera..., sino que las construcciones son más bien en plan comercios independientes con un gran parking delante. De entre todos esos, el Walmart, es el más grande. Este lugar viene a ser un Carrefour (Pryca) de toda la vida, pero en versión americana. Por cierto, el otro día fue al Walmart en autobús (está a tomar por culo de mi casa). Así que para concluir voy a postear dos fotos que hice en el bus (al que por cierto entré gratis porque no tenía dos dólares sueltos y el conductor pasó de cambiarme 5). La primera imagen es sorprendente: televisión dentro del autobús. La segunda, es una muestra del tipo de español que habla aquí la gente. Y no es por ofender, pero a veces hay instrucciones en español y en inglés y no se sabe muy bien cuál se entiende mejor... 

Si le dáis a la imagen podéis verla ampliada pero por si no se lee muy bien la foto, copio lo que pone, tanto en inglés: "Pull red hadle down", como en español: "Jale la manija roja". En serio, ¿cuál se entiende mejor?

lunes, 19 de enero de 2009

Family Feud


La cafetería de la residencia donde estoy alojado sirve cada día una especie de buffet libre, aunque si te apetece puedes pedir que te cocinen algo "fuera de menú", en cuyo caso solo debes escoger tu opción favorita dentro de un surtido menú de posibles hamburguesas. El lugar es un salon con capacidad para unas 200 personas (aunque nunca he visto a más de 15), con una televisión grande de pantalla plana; de modo que todos los días, mientras desayuno, almuerzo y ceno, puedo echar un vistazo a la programación televisiva americana. 

Como suelo comer bastante rápido, apenas paso de ver anuncios donde expertos abogados se ofrecen para ayudarte a demandar a alguien que te haya atropellado con el coche, con la intención de sacarles hasta el último centavo. He leído que en muchas partes de EE.UU. los tipos son verdaderos profesionales y van al 50% con el cliente. Es curioso. Sin embargo, lo que más me sorprende de la programación es que, por las mañanas, en lugar de haber populares programas tipo Ana Rosa Quintana o Las mañanas de Cuatro, ponen concursos como Quiéres ser millonario o Family Feud (un programa que tiene su versión video-game y que, según wikipedia, lleva en emisión desde 1976 y que ... ¡Impensable en España!). 

El programa, a groso modo, enfrenta a dos familias compuestas por cinco miembros cada una (como familia valen los tíos, los cuñaos, los primos segundos y todo eso). Bien, en cada ronda el presentador hace una pregunta "estadística" y la familia que responda antes tiene el turno. Por ejemplo, esta mañana una de las preguntas era: "Por favor, llévate a mi mujer pero no me quites mi..." Y la familia que ha respondido antes ha acertado al decir "pistola" (ya que estaba en la lista). Luego, una vez que tenían el turno debían de completar el panel en base a las respuestas que habían dado 100 personas encuestadas antes del programa. Cada acierto suma puntos en función del número de encustados que respondieron y si fallas tres veces, pasas el turno a la otra familia... En fin, es una cosa curiosa. Aunque para mí, lo más extraño es que según wikipedia este programa tiene una versión en España (véase en este mapa)... Yo lo he pensado pero no consigo reconocer nada parecido (aunque hay cosas similares como "La lista", de TVE). ¿Os suena a alguno de vosotros este programa?

jueves, 15 de enero de 2009

Driving license and SSN


Hoy he acabado de cenar a eso de las 18:15 horas (un poco de arroz blanco y un plátano, para todos aquellos que siguen mi dieta) y después he estado hablando con mis padres y con Vivi (Por cierto, ¡qué gran invento el skype! Gente como Dani debería aficionarse a este tipo de programas, en lugar de inventar cosas raras! A todo esto, supuse que eras tú quien me estaba llamando... Recuerda que yo usé tu método para hablar antes con EE.UU. pero a mí me funcionó, jejeje!). En fin... que dado que son las 19:25 y tengo algo de tiempo, he decidido actualizar en vista de mi feroz competencia... De momento, hablaré de un par de cosas que me parecen curiosas aquí y dejo el tema carnaval para cuando se acerque el concurso de agrupaciones (conozco la carrera profesional del pregonero de este año... algo que gente experta como Alex ignora; así que hablar de carnaval será mi arma secreta...).

Pero bueno, entremos en materia. Lo primero que debo decir es que anoche estuve hablando con el señor Luengo sobre lo distinta que es la vida en Orlando, respecto a otras ciudades americanas más conocidas como son New York o Washington, puesto que estas últimas son, por así decirlo, ciudades más europeas que Orlando (tienen metro, buen sistema de comunicación y autobuses, supermercados y un estilo de vida nocturno...) No sé, aquí las cosas son distintas. El ritmo de vida es un poco distinto al español (desayuno a las 8.00, comida a eso de las 12.30 y cena a las 18.00) y tener un coche es casi imprescindible porque las distancias son grandes. Además aquí, por lo general, las calles son muy anchas (al menos lo que he podido ver hasta ahora) y están llenas de coches que se dirigen a centros comerciales donde pueden echar el día y comprar todo lo que deseen... Por eso, moverse de un lado a otro andando (o ir de tiendas, que dirían las mujeres) no es un pasatiempo muy recomendable o apetecible que digamos. Es por eso que la mayoría de la gente, desde que tiene 16 años, puede sacarse el carnet de conducir. De hecho, estuve leyendo hace poco en el último libro de Guillermo Fesser (A cien millas de Manhattan) que en EE.UU. sacarse el carnet está chupado. Como todo el mundo lo tiene (se usa a modo de DNI casi) las preguntas del examen son fáciles para que la gente apruebe... Hay cosas del tipo: Si ves un accidente en la carretera ¿qué harías? (a) Acelerar y huir del lugar cuanto antes, (b) Ayudar a la víctima, (c) Asegurarme de que el tipo está muerto... En fin, no sé si Farruquito aprobaría el examen y desconozco si la pregunta que he puesto a modo de ejemplo es exacta, pero recuerdo que en el libro hablaban de preguntas similares a esta... ¡Como me pidan muchos papeles para alquilar un coche, encima sería mosqueante!

Cruce de Alafaya Trail con University Blvd. Cinco carriles en cada sentido.

Otra de las cosas importantes aquí es el número de la seguridad social (SSN) que, si habéis leído Freakonomics, sabréis que se usa para tener un registro de la gente que debe pagar impuestos. El origen de este número es muy curioso. Antes, la gente que hacía la declaración de la renta en EE.UU. podía inscribir a sus hijos como personas a cargo, para obtener beneficios fiscales. De este modo, las personas con más hijos pagaban menos. Pero con la aparición del SSN hubo un pequeño cambio en la declaración de la renta ya que cualquier hijo declarado tenía que poseer un SSN. Pues bien, el día que la ley entró en vigor y ese número se hizo efectivo "murieron" millones de niños... ¡La gente se había inventado hijos para desgravarse impuestos y como ahora se requería un registro legal del hijo, pues la gente no podía estafar...! Pues bien, con este número, puedes hacer casi todo en EE.UU.: abrir una cuenta en el banco, rellenar formularios americanos y todo ese tipo de papeleo burocrático que aquí gusta tanto o más que en España... Si en el Campus de la Universidad eres un extranjero como yo, te preguntan en todos sitios si tienes SSN y debes decir que NO. Entonces, o bien te piden otro número (el PID) o te piden el pasaporte... 

miércoles, 14 de enero de 2009

Life style


Después de pasar 16 horas entre vuelos y esperas, el pasado lunes día 12 de Enero llegué por fin a Orlando, a eso de las 16:35 hora local (esto es, las 22:35 hora española). Pasados los controles de visado pertinentes, un taxista que me llamaba buddy y me hablaba sobre european pussies, me condujo -sin cinturón y hablando con el móvil gran parte del trayecto-, hasta el que va a ser mi lugar de residencia los próximos meses: el Collegiate Village Inn, donde me dieron una habitación un poco cutre, en la que destacan sobre todo la falta de luz y el poco gusto por los acabados finos y elegantes -en cualquier caso, es una residencia de estudiantes en la que me dan de comer y me limpian la habitación, así que tampoco hay que quejarse mucho-. Además, se supone que van a cambiarme las dos camas individuales por una simple, y la estética mejorará con el tiempo si logro ir decorando la habitación a mi gusto (algo en lo que no tengo depositadas demasiadas esperanzas, porque soy muy vago para ir de compras...)


La habitación en su estadio 1


La primera noche en la residencia, me acosté temprano y, aunque apenas tenía sueño, alargué mi despertar cuanto me fue posible para tratar de adaptarme al nuevo horario americano. Así que el martes, a eso de las 9 de la mañana, me levanté y me puse a colocar las cosas de la maleta y a eso de las 11 de la mañana, me fui a desayunar (el alojamiento incluye 14 comidas semanales en la cafetería de la residencia). Después del vaso de leche y el trozo de tarta, cogí un bus gratuito que sale cada 20 minutos desde el Collegiate Inn para llegar, sin hacer paradas, al Campus de la Universidad (en el que te plantas en apenas 10 minutos).


El bus atomico


Una vez en el Campus, estuve haciendo un poco de tiempo hasta eso de las 12 del mediodía, pues había quedado a esa hora con Glenn Harrison, el profesor que va a supervisarme durante mi estancia aquí. El tipo, que tiene su despacho lleno de banderitas de países en los que ha estado y las paredes repletas de posters de AC/DC, me ha dado la impresión de ser muy majo y agradable. Después de hablar un rato sobre mi investigación, me ha invitado a comer a un chino cerca de la Universidad, sobre la necesidad de buscarse un coche de segunda mano en Orlando, ya que los caóticos autobuses no resultan suficientes para cubrir las enormes distancias entre lugares de interés (léase Disneyland, Universal Studios,...). Ya de vuelta del almuerzo, Glenn me ha presentado al resto de miembros del Departamento y me ha mostrado un poco por encima las instalaciones: máquina del café y fotocopiadora incluidas. Después, me han asignado un despacho bastante apañado, que comparto con un chico de doctorado y que tiene un teléfono desde el que he podido recibir las llamadas de mi familia y de Vivi (¡qué bien poder hablar español después de un día entre guiris!).


Mi lugar de trabajo, visto desde la ventana


Por último, y para completar el día, volví a la residencia, donde pude cenar milagrosamente (fui a la cafetería a las 6:45 pm y cerraban a las 7 pm). Luego, estuve tratando de completar los trámites para tener acceso a Internet desde mi habitación, aunque resultó infructuoso.


En lo que respecta al día de hoy, he podido desayunar con tiempo en la residencia y venir a la Universidad temprano, para terminar de completar algunas cuestiones del visado. Ahora, ando por el despacho y supongo que echaré aquí el día, hasta que esta tarde me vaya a la residencia de nuevo, para terminar de resolver el tema de mi conexión a Internet. Una vez que la tenga acceso a Internet desde mi cuarto, supongo que podré empezar a usar el skype desde el portátil y seguir mejor la actualidad en España con el messenger, el facebook, el tuenti y demás elementos de ciber-comunicación (incluidos, cómo no, el Marca y el AS).


Por cierto, antes de despedirme voy a responder una pregunta que me han hecho algunas personas y que básicamente se resumen en saber qué tal está la cosa por aquí (en cuanto a mi sensación general). Pues bien, lo cierto es que llevo apenas unas horas en Orlando, pero puedo decir, así a primera vista, que hay cosas distintas a las españolas. La gente parece muy simpática y agradable y se muestran muy dispuestas a ayudar con todo, así que por ese lado todo va bastante bien y como en España. Pero la ciudad (al menos cerca del campus), no se parece en nada a la típica ciudad española y está construida con muchos lugares donde comer y comprar, a pesar de lo cual hay que decir que los americanos no tienen estilo vistiendo: ¡el modelo chanclas con pantalón vaquero tiene muchos seguidores, incluso en días de lluvia!


En fin, que ya lo dejo. Estoy leyendo el post y veo que ha quedado un poco en plan “diario personal”, lo cual no era ni mucho menos mi intención. Para la próxima vez, prometo acortar y centrarme en cosas más interesantes.


Un beso y un abrazo. Francamente, se os echa de menos.


sábado, 10 de enero de 2009

Don't innovate, imitate


Siguendo el ejemplo del señor Soto, y tras un tiempo de profunda reflexión, he decidido que voy relatar al ciberespacio mis experiencias en el extranjero; aunque, he de reconocer, que el experimento me parece arriesgado, ya que a día de hoy, no sé bien si lo que voy a contar aquí resultará trascendencia para quienes decidan seguir el blog y, además, desconozco de cuánto tiempo libre dispondré en Orlando para poder escribir. Pero bueno, quede reflejada, aquí y ahora, mi intención respecto de este blog, que no es otra más que escribir asiduamente -término en sí mismo impreciso- cosillas que vayan pasando durante los tres próximos meses en mi vida diaria en Orlando, Florida (EE.UU.), para que sean leídas por aquellos que gusten. En vuestra parte contractual, queda fijada la obligación de dejar de vez en cuando -término aún más impreciso que el anterior- un comentario sobre cómo van las cosas en España o en vuestras vidas. ¿Firmamos?

PD. El próximo post que escriba será desde EE.UU., aunque soy tan desastre que aún no tengo casa en que vivir al 100% (aunque el sitio ya está localizado). En fin, estamos a domingo y me voy mañana, lunes, a las 06:45 de la mañana. No me riñáis por mi dejadez y, a cambio, os perdono vuestra ausencia mañana en el aueropuerto: salgo a las 06:45 y pasaré todo el día volando (llego a Orlando a las 16:25, hora americana). ¡Seguiremos informando!