viernes, 2 de diciembre de 2011

Curiosidades editoriales

Sé que estáis deseando que os hable de la Plaza del Pópulo pero antes otro extraño suceso: 

Hoy he estado hablando con la profesora responsable del proyecto que financia mi estancia en Roma y al final la conversación ha derivado hacia los libros (obviamente, esto no es lo extraño). El caso es que ella tenía en sus manos un libro de Javier Marías en italiano (cuya existencia yo desconocía) y tras un rato de cháchara sobre gustos literarios, hemos procedido a un intercambio rápido de recomendaciones que probablemente quedarán en el tintero (ninguno ha apuntado el nombre de los escritores recomendados por el otro, por lo que deduzco que ella olvidará pronto mis recomendaciones -yo, por mi parte, ya he cumplido con mi objetivo). 

Como todos sabemos que las traducciones de los libros son un poco arbitrarias y yo quería recomendarle algunos libros con títulos extraños, al final le he dicho que me dijese una página en italiano para comprar libros, de modo que introduciendo el nombre del autor, podría intuir el nombre de la obra en italiano. Hemos hablado de Carver, Auster y Dostoiesky y al final hemos acabado con mis amigos los japoneses. Ha sido entonces cuando le he hablado de la obra: Gridare amore dal centro del mundo (Kyoichi Katayama) cuya portada en su edición española (ver aqui) es distinta de la portada en Italia. 


De hecho, cuando he visto la portada de la versión italiana he dicho: "¡Hostias! ¡Pero si esa portada es la misma que la de Al Sur de la Frontera, Al Oeste del Sol, de Murakami!". 


Se ve que los chinos están explotados hasta para hacer portadas de libros... 

jueves, 1 de diciembre de 2011

Donde viven los Smarts...

Salve!

He estado ocupado esta semana con la visita de mis papis y mi hermana, pero sé que debo actualizar. De hecho tengo pensado dedicar mi próximo post a la plaza del Pópulo pero antes de ello (y como sé que poner en orden mis ideas me llevará un poco de tiempo) voy a dejar aquí un mini-post a modo de dato, o pregunta al aire, o reflexión, o curiosidad.... La cuestión es: "Si el Smart es un mojón de coche y vale una pasta, ¿para qué coño lo fabrican?". La respuesta lógica (que sé que es la que vosotros os habéis aprendido) es: "El Smart es un coche pequeño que es fácil de aparcar y por eso se fabrica".

Aunque está claro que en España (el país donde los aparcamientos no existen, sino que se inventan) nos la trae al pairo dónde aparcar. En realidad preferimos un coche grande donde quepan bolsas de la compra y la sillita del niño pequeño... sin embargo en Roma (otro gran lugar donde los aparcamientos se inventan), la venta de Smart debe ser brutal porque es MUY fácil encontrarlos por la calle. Y cuando digo que es muy fácil me refiero a que podría apostar con vosotros 5 Euros a que 1 de cada 15 coches que pase por la carretera es un Smart. Por eso, si paseas por el centro no debe extrañarte si das con una escena como esta: 

Cuatro Smart aparcados