viernes, 13 de marzo de 2009

Airport

Hora: 13:00. Lugar: Aeropuerto de Orlando, Terminal B, Junto a la puerta de embarque número 54. En veinte minutos comienza el embarque. La gente espera con portátiles a que el avión se sitúe y se abran las puertas. Curioso. Tengo alrededor a unas veinte personas. Seis o siete están solas, como yo, mirando sus portátiles. Sólo un tipo calvo, con perilla y camisa de cuadros, sostiene un libro. Hace años esta imagen sería impensable. Creo que nos estamos cargando la cultura con esto de Internet. Bueno, no nos la estamos cargando. Digamos que estamos descubriendo modos más sencillos de pasar el tiempo: navegar no exige tener que pensar mucho. Leer, creo que sí. Pero no todo es malo. Al menos he podido leer el correo antes de irme. 

Divagaciones aparte, hoy hago escala en Charlotte, así que me espera un largo viaje hasta San Francisco (en la costa opuesta: es decir, en la zona oeste de EE.UU.). En total, son más de diez horas de viaje, contando el tiempo que pierdo en Charlotte mientras enlazo con el otro avión. Pero espero que merezca la pena. San Francisco. You know… Alcatraz, la cuna del movimiento gay, el famoso puente… Suena bien. Al menos a priori.

Pero es cierto que aún queda mucho para eso, claro. Habrá que pasar otro control de seguridad, enseñar el pasaporte de nuevo, buscarse un sitio para comer… Y luego, si todo sale bien, habrá que encontrarse con Rodrigo en el aeropuerto de San Francisco. Él va desde México y tiene el pasaporte medio roto. Esperemos que lo dejen entrar, porque si no me veo sólo, en una ciudad desconocida y sin hotel (está a su nombre y lo ha pagado con tarjeta). De todos modos, creo que saldrá bien. Y ya se sabe que los pensamientos positivos son importantes para que las cosas tengan éxito.

Hora: 13:09. Lugar: Aeropuerto de Orlando. El avión ya está preparado. Un negro acaba de anunciar que en breve comenzará el embarque. De aquí a unas horas os cuento cómo ha ido todo.

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Hora: 16:13. Lugar: Aeropuerto de Charlotte, junto a la puerta de embarque C10. Mientras estoy sentado en un cómodo sillón gris, veo cómo una chica se acerca a la puerta de embarque y pregunta por el vuelo a Miami. Se han ido sin ella. Una putada, no cabe duda; pero puede preguntar en Atención al Cliente. Le han dicho que allí probablemente se lo solucionen. Espero que sea así. Yo, mientras tanto, espero a que se abra el embarque para San Francisco. Queda aún una hora para eso. Mientras tanto, me conecto a CLTNET. ¡Qué sería del mundo sin el Wifi! Pues según mi teoría de Orlando, habría más cultura, claro. Pero quizás habría menos comunicación porque yo no podría escribir este montón de chorradas en los aeropuertos y compartirlas con el resto. Francamente, creo que se me está yendo un poco la cabeza. Hora local: 16:21. Cuando me suba al avión dentro de hora y media no puedo olvidar retrasar el reloj. En San Francisco el mundo gira a la misma velocidad, pero con tres horas de retraso. 

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Hora: 21.40. Lugar: Aeropuerto de San Francisco, terminal 3. Frente a mí, personas llegadas de otros países recogen sus equipajes. Estoy en la Terminal Internacional del Aeropuerto, esperando a que aparezca Rodrigo. Me ha escrito un mensaje diciendo que su vuelo ha salido con retraso así que mejor no esperarlo hasta las 00.45. ¡Luego a ver cómo nos vamos al hotel porque cierran el metro a las 12! Supongo que habrá que pillarse un taxi porque la alternativa ("door to door vans") no parece muy fiable. Al menos, en la página web del aeropuerto pone que es mejor no fiarse. Según la información, "un tipo con apariencia no muy buena, te invita a subirte en una furgoneta y, una vez tiene la furgoneta llena de gente, te va soltando por ahí según la ruta que se monte el colega". La frase no es exacta, pero como si lo fuese. De hecho, recomiendan preguntar precio por adelantado porque según parece el tipo va cobrando a cada cual según le viene. De veras, creo que cuando llegue Rodrigo no va a estar el cuerpo para este tipo de aventuras. Respecto a mi vuelo, ha ido todo bien. Francamente, da gusto viajar con US Airways. Llegan incluso con más tiempo del previsto. Lo malo ha sido mi llegada aquí: en este aeropuerto no hay wifi gratis. ¡Mamones! De todos modos, hay conexión de una hora que sale por 2$ (algo así como 1.50 euros), así que me la he pillado en vista de que me esperan un par de horas de espera. Luego, leeré algo porque he dejado a Gullivert recién llegado a Inglaterra. ¡Qué tío! ¡Primero Lilliput y luego en un país de gigantes! 

3 comentarios:

  1. Ismaelito, me parece que vamos a tener que ampliar a la definición del sindrome de la clase turista (riesgos de trobosis por el espacio reducido de los asientos de avión) con divagar en las terminales, sobre aspectos mundanos de los viajeros solitarios.

    pd: viajar solo es un rollo tremendo :/

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  2. Estoy de acuerdo con tu post-data :P
    Y el post, te ha quedado super profesional.

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  3. A lo Expediente X, agente Ismalder. Un abrazo.

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